Cada
vez los vuelos son más baratos, pero en largos trayectos el denominado
"´síndrome de la clase turista" va haciéndose sentir
en los aviones, al impedir el movimiento durante horas y aparecer problemas de
tipo circulatorio.
Se conoce como "síndrome de la clase turista"
el peligro de formación de coágulos de sangre o trombosis venosa profunda en las piernas, como resultado de la escasa movilidad y reducidos espacios
entre los asientos de un avión. Son peligrosos estos coágulos si
no se diluyen y forman un trombo.
Personas propensas al síndrome de la clase turista
Personas obesas, fumadoras, de mayor edad, con riesgos vasculares, entre otros, deben tomarse este tema en serio, especialmente en trayectos superiores a las 4 horas.
Consejos para evitar el síndrome de la clase turista:
- 1. Evitar ropas apretadas, calzado incomodo, cinturones, etc.
- 2. Beber mucho líquido -y si es posible, levantarse a pedirlo y tomarlo en el área del sobrecargo y azafatas-.
- 3. No tomar bebidas alcohólicas ni café.
- 4. Evitar dormir encogido o con las piernas cruzadas.
- 5. Estírese lo más que pueda. Para esto debe dejar el espacio delantero libre. De esta forma podrá estirar sus piernas lo más posible.
- 6. Caminar un poco por el pasillo del avión cuando no haya aviso de turbulencias. Hacer sencillos ejercicios de brazos, incluso alguna discreta flexión de rodillas ;).
- 7. Mover los pies de los dedos durante 1 minuto.
- 8. Hacer rotaciones con los tobillos. Incluso de un discreto masaje a sus piernas siempre que pueda.