Altea, Alicante

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Altea es uno de los pueblos más pintorescos de la costa levantina, si bien la actividad inmobiliaria ha dañado en parte lo que antes era el encanto y belleza singular de este bonito pueblo mediterráneo. Antes era considerado como el centro hippy de la zona, con una gran comunidad de pintores, músicos y artistas de diversas nacionalidades. Aunque esta comunidad sigue viviendo en la parte antigua del pueblo, hoy predomina la actividad turística sobre la cultural.

A tan sólo media hora de Alicante capital por autopista y a diez minutos de Benidorm, Altea es un pueblo de casitas blancas construido en una colina, que mira hacia el mar. Tal vez la vista más bonita del pueblo se percibe desde el paseo construido desde la playa Albir (que pertenece al pueblo Alfaz del Pí) y el puerto de Altea. La iglesia preside el pueblo desde la cima de la colina, y está rodeada por calles estrechas con encantadoras casas de pueblo, plazitas etc.

Fotos de Altea

Arriba de todo, en la plaza de la iglesia y las callecitas que suben hacia ella existen muchos restaurantes y bares muy concurridos por locales y visitantes. La plaza tiene un mirador de donde se puede apreciar vistas espectaculares de la bahía que rodea Altea y del mar mediterráneo en todo su esplendor.

Abajo, al lado del mar, hay un puerto con muchos barcos pequeños y de pesca, un paseo muy agradable y una playa con arena y juegos para niños y familias.

Para los que prefieren una playa más tranquila, se puede ir andando o en bicicleta por el paseo a la Playa del Albir, una playa muy bonita con piedrecitas blancas y aguas cristalinas.

Altea, como Alfaz del Pí y Benissa, son pueblos poblados por grandes cantidades de euroresidentes, que proceden sobre todo del Reino Unido, Alemania, y los países nórdicos de Europa. Más allá de la simple expansión urbanística de Altea, se percibe también la gran influencia que los euroresidentes han tenido sobre la oferta gastronómica y cultural de estos pueblos que, sin renunciar a sus raíces mediterráneas, han sabido incorporar estas nuevas nacionalidades y costumbres en su vida diaria.

Sitios de Interés en Altea

  • El casco antiguo: es un placer pasear por las estrechas calles hasta llegar a la plaza arriba desde donde se puede disfrutar de vistas panorámicas de toda la costa
  • La iglesia Virgen del Consuelo: con una bonita cúpula muy característica de los pueblos mediterráneos
  • El barrio de pescadores: en la parte baja del pueblo.

Gastronomía / Compras de Altea

Los platos típicos de Altea, como buen pueblo marinero, son los pescados y los mariscos. Se pueden tomar buenos arroces, preparados de mil maneras ( de marisco, magro y verduras, negro, de rape y almejas, etc...), gamba roja a la plancha o cocida, quisquilla hervida, sepia o calamares a la plancha o sepionets (muy típicos de la cocina levantina), unas buenas ensaladas con tomates Raf o Muchosabor, un plato de salazones típicos de la provincia,... No quedará defraudado.

En cuanto a compras, son típicos los tenderetes de hippies, que se instalan en la plaza de la iglesia y en los que podrá comprar todo tipo de artesanía popular: bisutería, lámparas, todo tipo de objetos hechos con piedras, marroquinería, sombreros y chalets...

Restaurantes recomendados en Altea

Hoteles recomendados en Altea

Hotel Meliá Altea Hills Resort (*****): Lujoso hotel situado en la montaña con espectaculares vistas al mar y al lado de un campo de golf y un puerto deportivo. Todas las comodidades, con 55 hab. 48 junior suites 1 suite.

Sheraton Real de Faula Golf y Spa (*****): Otro hotel de lujo para amantes del golf y del descanso. Este hotel es nuevo y está a unos pocos kilómetros al sur de Altea en Benidorm.

Fiestas de Altea

Los fuegos artificiales del Castell de L’Olla, el 15 de agosto, y los Moros y Cristianos, a finales de septiembre. También el 16 de julio las fiestas marineras de la Virgen del Carmen.

En las proximidades

Peñíscola, Castillo del Papa Luna fortaleza situada la zona más elevada del peñón. El castillo tiene una rica historia, concluido en el siglo IX fue habitado por Benedicto XIII durante el Cisma de Occidente. Accediendo desde Benircaló (a solo 5 km. por la costa), hay un hermoso paseo por la orilla de una playa regenerada de excelente y abundante arena con la imponente perspectiva visual del Castillo. La Costa del Azahar, entre naranjos, sigue el modelo del litoral español.

 

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