Desde la Edad Media, y principalmente en Francia, se empezó a conmemorar la adoración de los Magos, cristianizando la costumbre pagana de elegir un "rey de las fiestas" en estas fechas. .
Con un acto inspirado en el Eclesiastés, se reunían en la noche familiares y amigos alrededor de una rosca de pan dulce, en la que habían escondido una haba, como símbolo del cuerpo de Jesús que con sus padres fue a Egipto, huyendo de la persecución de Herodes. Esta tradición dió origen al tradicional Roscón de Reyes. Ahora, en la pasta del Roscón se mete una figurita (o una sortija, alfiler de adorno o pequeño juguete) que es la sustitución de la haba que se escondía en los primeros tiempos.
La costumbre del pastel de Reyes se conoció en España a través de los soldados repatriados de Flandes y se hizo más popular con Felipe V.
El interior del Roscón y su decoración
En algunos lugares se sigue añadiendo una haba en el roscón, o un haba y figuritas, o simplemente una figurita. Se dice que a quien le toque el haba tiene que pagar el roscón o que le traerá mala suerte.
Se adorna por encima con azúcar y tiras de fruta en dulce, la fruta escarchada o también con rodajas finas de almendras. Algunos roscones pueden ir rellenos de nata, chocolate o cabello de ángel. Se reparte el Roscón en partes iguales y a la persona (niño) favorecida con la figurita se le considera como el "rey de la fiesta".
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