Si hay algo que caracterice a los gatos, es su elegancia, y ello conlleva a tener un aspecto siempre bonito, un pelo brillante y sedoso. Para eso, los gatos, hacen un gesto que todos hemos visto en ellos. Se peinan lamiéndose durante horas.
Si hay algo que caracterice a los gatos, es su elegancia, y ello conlleva a tener un aspecto siempre bonito, un pelo brillante y sedoso. Para eso, los gatos, hacen un gesto que todos hemos visto en ellos. Se peinan lamiéndose durante horas.
Así consiguen su propósito, mantenerse limpios y sobre todo eliminar pelos sueltos. Al lamerse durante horas y horas, los pelos muertos se los van tragando, que junto con la comida, pasan al estómago, formándose las Bolas de pelo, que pueden eliminar fácilmente vomitándolas o en las heces.
El problema llega cuando
la bola de pelo se hace grande, y sus intestinos quedan
obstruídos, provocando en el gato síntomas
como vómitos, pérdida del apetito, etc..
Cuando veamos a nuestro gato con aspecto
enfermizo, triste, con diarrea o comiendo hierba,
deberemos llevarle al veterinario, ya que seguramente
tendrá una bola de pelo que no puede eliminar,
y si el problema se hace más grave, podría
incluso llevarle a la muerte.
Que un gato coma hierba es señal de que quiere provocarse el vómito para expulsar la bola de pelo.
Los gatos más propensos a las bolas de pelo son, evidentemente, los de pelo largo, ya que pierden más pelo y pasan más tiempo lamiéndose, pero de la misma manera, un gato de pelo corto tiene la misma obsesión por la limpieza y consecuentemente también tendrá el riesgo de las bolas de pelo.
Un buen cepillado de
su dueño, siempre que sea regular, es un buen
remedio, ya que evitará que el gato trague
tanta cantidad de pelo.
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