“Querido José María, igual que Kennedy, vas camino de ser el marido de Ana Botella”, señaló Rodrigo Rato a José María Aznar al abrir el acto de presentación del libro de una primera dama que no pasará desapercibida. Quizás, Rato, encumbrado ya en la cima del FMI, le devolvió simpáticamente a Aznar la designación de Mariano Rajoy como sucesor en la cúspide del PP.
Sin duda, era un día muy importante para Ana Botella y para el Partido Popular: se trataba de cerrar con broche de oro el período en la presidencia del matrimonio Aznar. Un broche que debió haberse lucido el pasado 15 de marzo, fecha en la que estaba prevista esta presentación, con la entonces previsible victoria en las urnas de Mariano Rajoy.
“Hoy debería haber sido un día feliz, pero como nos ocurre a todos todavía estamos entristecidos por la masacre del once de septiembre”, ha dicho Ana Botella en un desliz que ha delatado su nerviosismo antes de abordar el tema de las elecciones: “No nos ha demorado el resultado electoral, sino los atentados”, ha dicho la mujer del Presidente en funciones. Y esta ha sido toda su mención a la victoria socialista el pasado catorce de marzo. No se ha reflexionado sobre el futuro del PP ni sobre las causas de su derrota. (Causas derrota PP -Euroresidentes)
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El público ha arropado salpicando con aplausos la intervención de Ana Botella, en un encuentro que ha aunado política y 'glamour', quizás, porque, como explicó Rodrigo Rato, “Ana es la otra parte del espejo”, para referirse a “una mujer de su tiempo” que ha vivido muchos años muy cerca del poder pero que puede narrarlo desde una visión no gubernamental. Y, por tanto, puede explicar la otra cara de la política.
Botella recuerda que las críticas fueron muy perjudiciales a nivel personal.
Cuando millones de personas se lanzaron a las calles de España un día después de los atentados para demostrar su dolor, la mayor parte del pueblo experimentó esto como una manifestación de unidad ante la tragedia. Sin embargo, para Botella y Aznar fue un tormento.
"Cuando llegamos a la cabecera de la manifestación, inmediatamente me di cuenta de que aquello iba a ser un calvario. Hubo un grupo de gente que estuvo chillando todo el tiempo (...) daban la impresión de estar organizados entre ellos," escribió.
Botella concluía su libro con un párrafo sobre las plantas de lavanda y las adelfas blancas que planea plantar en su nueva casa. Estaba previsto como una biografía de anécdotas con cuatro "peores momentos": el 11 de septiembre de 2001, Perejil, el Prestige e Irak. E iba a ser presentado tras las elecciones que el PP confiaba en ganar y que habrían culminado la sucesión de Aznar que su esposa relata a retazos.
Pero hubo un 11 de marzo y todos esos planes explosionaron. Tanto que el libro, editado por Plaza y Janés y ya impreso, ha quedado ampliado con una adenda, a modo de cuadernillo, titulada Capítulo cero: 11-M. En él, Botella trufa el relato de cómo vivieron ella y su marido los cuatro días que cambiaron España con una encendida defensa de que "el Gobierno no mintió ni manipuló información", sino que fue víctima de un intento de "vilipendiar su honorabilidad".
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