Conocí a J. Stiglitz en el año 1988, en su cátedra en la Princeton University en una etapa en la que centraba su atención en el mercado laboral y todavía era ajeno al Nobel (2001) y a su experiencia como Vicepresidente primero del Banco Mundial y Presidente del Consejo de Asesores Económicos del Presidente Clinton. Pero ya se traslucía su semilla crítica...
Hace unos meses se publicó en España el libro Burbuja.es (José María Patiño) un trabajo periodístico que describe con abundante información la culminación de los felices noventa en España. Mucho para digerir en tan poco tiempo. Todavía hay algunos empresarios, políticos, jóvenes emprendedores que no se han enterado de lo que ocurrió. Este libro de Stiglitz viene en buen momento y arroja una luz necesaria para interpretar una década muy interesante desde la perspectiva de la economía y los negocios.
La crisis mundial provocada por el 11-S viene en un contexto donde tanto la izquierda como la derecha habrían perdido la brújula. En concreto la pérdida de equilibrio entre Estado y mercado. Stiglitz apunta hacia los excesos de la desregulación y los escándalos empresariales, junto con la gestión inadecuada de la macroeconomía como factores fundamentales de desequilibrios y distorsiones importantes en el marco de la globalización actual.
Pocos economistas están teniendo la valentía de Stiglitz para señalar las limitaciones 
de la Reserva Federal de los Estados Unidos: "La Junta de la Reserva Federal de Estados Unidos representa una mezcla curiosa: es independiente y, sin embargo, está dominada por personajes procedentes de los mercados financieros y, en segundo lugar por empresarios, con lo cual las voces de los trabajadores o consumidores son prácticamente inaudibles".
En resumen, Stiglitz nos lleva aun nuevo idealismo democrático: visión y valores (capítulo 12) con nuevos desafíos orientados hacia la justicia social (igualdad de oportunidades, empleo...) y una reconsideración sobre una batalla real y profunda entre el individuo y la sociedad y la recuperación del papel de las comunidades.
En la España de las empresas que luchan por abrirse paso al otro lado del Atlántico, la victoria de Zapatero el 14 de marzo de 2004 llega en un momento de agotamiento de un ciclo político europeo donde la derecha francesa remite, el laborismo inglés abandonó hace tiempo la tercera vía en favor de la vía de Bush y Alemania se debate en la inmensa soledad de la recomposición del espacio oriental europeo. Las ideas de Joseh Stiglitz no pasarán desapercibidas para nutrir un nuevo impulso ideológico.
apm, 22 de marzo de 2004.
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