Creo que estaremos de acuerdo en que el riego de nuestras macetas de nuestras jardineras o de la terraza de casa que tan agradable nos hace la vida, es la mayoría de las veces una fuente de problemas.
A la eterna duda de cuanta cantidad, de si riego por la mañana o por la noche, de si manguera o regadera se unen otros problemas como si el plato para que no nos manche la alfombra o el mueble perjudica a la planta por el embalse que origina, o cómo evitar que el reguero de agua que sale por el agujero del drenaje no muestre esa huella impresentable de aspecto sucio y, a veces maloliente.
Y a todo esto se agrega el problema de la ausencia de casa: cómo resolver el riego en periodo de vacaciones o en esos fines de semana en que nadie atiende a las plantas...