Cuando se propuso la fabricación basada en la nanotecnología molecular, algunos mostraron su preocupación de que diminutos sistemas de producción podrían ir fuera de control y "comer" la biosfera, reduciéndola a réplicas de ellos mismos. En 1986 Eric Drexler escribió "No nos podemos permitir ciertos tipos de accidentes con sistemas de montaje que se auto-replican". Pero los últimos diseños de Drexler y otros demuestran que sistemas de montaje auto-replicadores no serán utilizadas para la fabricación. Las nano fábricas serán mucho más eficaces para la fabricación de productos, y una nano fábrica no tiene nada que ver con un robot de plaga gris, o de plasma gris.
La plaga gris o la plasta gris (los investigadores españoles tienden a utilizar la primera denominación, mientras que los investigadores en países hispanoamericanos utilizan la segunda) tendría que integrar cinco capacidades en un pequeño paquete:
Una nano fábrica utilizaría diminutos sistemas de fabricación, pero estos no serían funcionales una vez desconectados de la fábrica. Lograr integrar el resto de los mencionados requisitos costaría un considerable grado de ingeniería e integración.
Aunque la plaga gris carezca de valor militar o comercial y aunque su valor para terroristas es limitado, el riesgo se deriva de su posible uso para hacer chantaje o coaccionar. La limpieza de un escape de pasta gris sería costosa y podría implicar unas consecuencias graves en el lugar dónde ocurra (plagas atmosféricas y oceánicas serían especialmente preocupantes por este motivo). Otra posible fuente de un escape de plaga gris sería a manos de aficionados irresponsables. Parece que el reto de lanzar una cosa que se autoreplica es irresistible para ciertas personas, hecho demostrado por la proliferación de virus y gusanos informáticos actual. Sería intolerable una comunidad de "script kiddies" experimentando con distintas versiones de plaga gris.
El desarrollo y uso de la fabricación molecular no supone en absoluto algún riesgo de crear por error plaga gris. Sin embargo, no podemos descartar sistemas tipo plaga por las leyes de la física, y no podemos descartar la posibilidad de que los citados 5 requisitos se pudiesen combinar en algún momento, en un aparato tan pequeño que la limpieza posterior fuese costosa y difícil. En este sentido, deberíamos actualizar la afirmación que hizo Drexler en el año 1986: "No podemos permitir el mal uso irresponsable y criminal de tecnologías potentes". Después de haber convivido con la amenaza de armas nucleares durante medio siglo, ya somos conscientes de lo que significa esto.
Ojalá pudiésemos borrar plasta gris de la lista de riesgos del CRN, pero no podemos. A largo plazo podría convertirse en un riesgo que requiera políticas especiales. Sin embargo, será muy difícil desarrollar la plaga gris, y la fabricación de nano armas que no se auto replican podría ser mucho más peligrosa y más inminente. Dado que existen riesgos mayores de la nanotecnología molecular (como por ejemplo, una carrera de armas inestable) que podrían ocurrir nada más desarrollarse la tecnología, CRN no considera que la plaga gris sea una de las preocupaciones principales del momento.
En junio 2004, Eric Drexler y Chris Phoenix publicaron un trabajo sobre "Safe Exponential Manufacturing", que pone en perspectiva la amenaza de plaga gris.
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