Como el tema que hemos tratado
tiene muchas ramificaciones
y muchas pistas que pueden
originar otras reflexiones
para un futuro, dejo abierto
el camino para otra ocasión.
Hoy quisiera subrayar de
todo lo expuesto los siguientes
puntos:
- La empresa es un ser vivo
e independiente de las familias
que componen su accionariado.
- Los herederos reciben
acciones que les comprometen
al desarrollo de un bien
que tiene sus responsabilidades
ineludibles ante la ley
la sociedad y todos los
que integran la empresa
sean o no propietarios.
- Los intereses de la sociedad
son prioritarios a los intereses
de las familias y los clanes
familiares que la integran.
- Los problemas familiares
no se deben incorporar a
la empresa, ni a los Consejos
de Administración
. Se discuten y se deben
resolver en los Consejos
Familiares fuera de la empresa.
- La elección del
nuevo líder es el
hecho más trascendental
para el futuro de la misma.
Nunca debe ser elegido superponiendo
los criterios familiares
sobre los empresariales
- El Consejo de Administración
se debe elegir con criterios
de eficiencia para el buen
gobierno de la empresa.
La elección de sus
miembros no debe estar condicionada
por los clanes familiares
sino por las necesidades
de la misma .Puesto que
el capital debe estar representado
en el Consejo, el buen equilibrio
del mismo se conseguirá
con el nombramiento de miembros
independientes de reconocida
valía y aptitud para
el puesto.
- La empresa debe conectar
continuamente con la sociedad
y los tiempos en que está
inmersa. Las nuevas técnicas,
los ultimos medios, y las
nuevas prespectivas de los
mercados, deben ser objeto
prioritario de los organos
de dirección .La
involución es el
cáncer de los negocios
con efectos, retardados
o rápidos, pero seguros.
- El Protocolo familiar
debe pactarse cuando las
generaciones futuras están
en la edad de la infancia
y con un futuro a todas
luces imprevisible.
- El Líder deberá
fijar a muy largo plazo
(en mi opinión mínimo
diez años antes)
su salida o retirada, para
que se produzca en edad
suficiente para disfrutar
de la vida los años
que le queden. Dado que
la vida cada vez se alarga
más ( las estadísticas
de esperanza de vida crecen
continuamente) esos años
deben ser proporcionados
a los años de entrega
a la empresa.
- Ni los homenajes ni los
diplomas deben ser el premio
a una vida de esfuerzos
continuos. Sólo facilitar
al líder la retirada
para disfrutar una nueva
vida en libertad, puede
equilibrar la balanza del
débito contraído
por la empresa ante quien
le entregó lo mejor
de su existencia
José
Orts Serrano