Cuántas pasiones puso en el humano
la cólera
temible de los cielos,
tantas conspiran con furor insano
a conturbar
mi pecho entre desvelos
esperanza, tristeza, amor tirano,
odio, temor,
resentimiento y celos;
todas unidas en mi daño se hallan,
y contrapuestas
entre sí batallan.
Juan Bautista Arriaza: Poesías líricas
No te conduelas más, por todo lo que has hecho.
La rosa tiene espinas. Fango las claras fuentes.
Nubes y eclipses ciegan
a la Luna y al Sol
y en el botón más tierno mora un puerco
gusano.
Todos los hombres yerran y yo
también lo hago,
excusando tu ofensa con cien comparaciones,
dañándome a mí mismo, para salvar tu error,
disculpando
tus faltas, mas de lo que mereces.
A
tu sensual error, le doy mi beneplácito,
-y tu mismo rival se torna
en tu abogado-
y actuó contra mí, por defender mi causa.
Tal batalla civil hay entre amor y odio,
que necesariamente, me implica, siendo cómplice,
de aquel dulce ladrón,
que agriamente me roba.
Poesía de William Shakespeare