El año cristiano comienza el nuevo año pidiendo la protección de la Santísima Virgen Maria; es la fiesta mariana más antigua conocida; se cree que es originaria de la iglesia griega y luego paso a la iglesia latina.
En la devoción mariana de la Virgen Maria, es venerada tanto por la concepción como por el nacimiento de Jesús; el llamarla "Madre de Dios" enaltece la concepción virginal de Jesús en la reafirmación de su verdadero padre "Dios".
Dentro de la liturgia no
se encuentra reflejado el principio de año, este hecho viene dado por que
durante la antigüedad, los primeros días de enero se festejaba una
fiesta pagana; con connotaciones de carnaval; en los sacramentos más antiguos
se celebran una misa contra la idolatría (disfraces; procesiones o representaciones
de la mitología). Como contrapartida se instituyó una fiesta cristiana
en el siglo VII en Hispania, que se extendió a Germania, Galia e Italia,
pero no llego a incluirse en la liturgia romana.
La Solemnidad de la Madre de Dios es la primera fiesta mariana que existe en la historia de la iglesia occidental y el nuevo calendario litúrgico romana la restableció y la convirtió en celebración de la maternidad divina de Maria, adoptando el 01 de enero como fecha de celebración.