Padre y madre
yo soy la esquina de sus calles,
la intersección
de sus líneas,
la desembocadura de sus ríos,
el foco eléctrico
de sus signos opuestos
que espera encenderse una noche.
Padre
yo soy la voz de tu silencio decretado,
la angustia de tu orfandad
como hijo,
la carne de tu alegría como padre
y la sangre de tu
herida como hombre
que tirita pensando en la coagulación.
Madre
yo soy tu alma
encarnada sin huesos,
la tristeza de tus meses de embarazo,
la alegría
de tus caricias sin retaceos
y los recuerdos de mi residencia en tu vientre
que han hecho de mí una guitarra doliente.
Padre y madre
yo soy los callos de sus hombros vencidos,
la sombra de
sus figuras sobrehumanas,
el reverso de sus alegrías escasas,
y todas las revoluciones de vuestras sienes
que nadie ha podido apaciguarlas.
Ramírez Santacruz, Gilberto Primeras letras