Comer Comida Italiana sin engordar

Según un artículo aparecido en el Life & Health: Eat Right, no es necesario erradicar la comida italiana de nuestra vida mientras se está siguiendo una dieta de adelgazamiento. Existen unos trucos, para comer en un restaurante italiano sin pasarse. He aquí unos trucos para conseguirlo:

• Decida antes de empezar lo que va a comer y no pretenda probar de todo. Planifiquese, por ejemplo: ensalada + pasta; o pescado marianado + pasta; o ensalada + carne o pescado; o sólo pizza.
• Apartar la cesta del pan, que ponen antes de empezar, pues un rollito de pan son 117 calorias y si además ponen chapatas y foraccia, ya ni hablemos del tema. (foraccia= 75 cal.; rebanada de pan con ajo= 45 cal.). Mejor olvidarnos del pan.
• Si le ponen en cuenquito con aceitunas delante, mientras espera, puede picar alguna, pero sin pasarse.
• Olvidese de los entremeses (charcutería) y de los entrantes que lleven queso fundido. Centrese en el Salmón marinado, Calamares marinados o algún marisco o pescado marinado, porque no llevan grasa y no engordan.
• Si prefiere pedir una ensalada también como entrante, aliñela con aceite y vinagre, nunca con esas salsas, que llevan mayonesa, queso fundido o similar.
• En cuanto a la pasta, existen platos de pasta, que no son demasiado peligrosos, como por ejemplo: los Espaguetis al pesto o a la rabiata, que llevan tomate y guindilla o ajo, sin más. Nunca pida: lasaña, canelones, pasta carbonara, pasta a la boloñesa, ravioli, ni pastas que lleven embutidos y queso.
• Otro tema son las raciones. Suelen ser enormes, si tiene confianza con el restaurante pida sólo media ración, sino comparta su plata con otro comensal o dejese la mitad.
• Si se decanta por la pizza. No debería comerla, pero si no puede pasarse sin ella, entonces, no coma más que pizza y que sea muy fina la masa. Luego el relleno debería ser de verduras, o de pollo o de pescado.
• La carne y el pescado son una buena opción siempre y cuando no estén fritos en aceite de oliva ni en mantequilla ni lleven salsa. Pídalos a la plancha y sin guanición o sino, con guarnición de verduras.
• Si ha pensado en tomar queso de postre, olvidese! Ya que el queso engorda y además lo acompañara de pan o crakers y no debería. Sepa que 28 grs. de queso Fontilla = 110 cal.; 9 grs. de queso Gorgonzola = 90 cal.; 7'5 grs. ...
• Los postres son prohibitivos! Así es que abandone la tentación rápidamente. Lo único a lo que debería aspirar es a un sorbete de fruta o a un poco de fruta, aunque es mejor que no coma fruta porque engorda si la toma como postre.
• Por último, las bebidas. Consuelese con un vaso de vino tinto (mejor que del blanco) y beba agua sin gas.

Como no ganar peso en vacaciones

10 trucos para llevar una vida sana en vacaciones

Las vacaciones y los viajes de verano suelen hacer que abandonemos nuestros buenos hábitos alimenticios y de ejercicio pero, según un artículo publicado en Guardian Unlimited, hay una serie de medidas que podemos tomar para minimizar al menos los daños:

1. Es muy importante la actitud. Irse de vacaciones con la convicción de comer sano no es martirizarse. Todo lo contrario, se trata de cuidarse. Nos vamos de vacaciones para descansar, así que ¿por qué maltratar a nuestro cuerpo con una mala alimentación?

2. Hay que pensar en el gran esfuerzo realizado para perder peso antes de las vacaciones y jurar que no se recuperará en esas semanas. No sirve de nada realizar una dieta intensiva la semana anterior a las vacaciones para hacer sitio al peso que pensamos ganar mientras estemos fuera. Lo recuperaremos el doble de rápido.

3. De vacaciones, la oferta de comida suele estar más presente que en casa: en el hotel, en el kiosco de la playa... Es importante atender a las señales de hambre de nuestro estómago y no aceptar comida porque sí cada vez que se nos ofrece.

4. Equilibrar las comidas de alto y bajo nivel calórico durante el día. Está bien una parrillada mixta de desayuno si luego se hacen recortes en la comida o en la cena.

5. Llevarnos la comida si vamos a viajar durante muchas horas o en horario de comidas. Así evitaremos los tentempiés y las comidas ricas en grasa de aeropuertos y bares de carretera.

6. No conviene comer mientras se conduce, ya que es muy fácil que nos comamos una bolsa entera de dulces sin enterarnos. Es mejor hacer un descanso y parar para comer.

7. Tener cuidado al elegir la comida en los restaurantes. Evitar los fritos y las comidas grasas y procurar no pedir un primero y postre, sino uno u otro.

8. Llevar fruta a la playa como tentempié. De lo contrario, nos arriesgamos a encontrar únicamente helados y bollería.

9. Aprovechar las vacaciones para hacer ejercicio extra. Teniendo todo el día libre podemos dedicar una hora o dos a caminar por la playa o participar en alguno de los deportes acuáticos que se suelen ofertar: esquí acuático, piragüismo, etc.

10. La bebida es tan importante como la comida a la hora de vigilar nuestro peso. El agua es la mejor opción para mantener la hidratación durante el día. Conviene elegir bebidas light si se quiere un refresco y limitar la ingesta de alcohol por las noches.

Fuente: The Guardian Eat Right

Las Hormonas pueden ser claves para peder peso

Según un artículo publicado esta semana en kvue.com, una nueva investigación realizada por científicos de Dallas y Boston sugiere, que la hormona FGF21, recién descubierta, podría ayudar al cuerpo a cambiar su fuente de energía, de azúcar a grasa.

Los resultados de esta investigación podrían explicar algunos aspectos del éxito de las dietas bajas en carbohidratos, ofrecer nuevas ideas para la elaboración de fármacos para perder peso y, algún día, ayudar a los médicos a recomendar planes de alimentación personalizados y diseñados científicamente.

Sin embargo, los investigadores advierten que el estudio se ha realizado únicamente en ratones de laboratorio. La cuestión ahora es cómo aplicarlo a los humanos.

Los científicos de Dallas y Boston ya sabían que la hormona FGF21, que se produce en el hígado, ayudaba a reducir el peso, el colesterol y los niveles de lípidos en sangre, pero desconocían cómo funcionaba. Para averiguarlo, los científicos de Dallas, dirigidos por Steven Kliewer y David Mangelsdorf del UT Southwestern Medical Center, estudiaron la hormona en ratones alimentados y en ayuno. El ayuno hizo que los niveles de la hormona se disparasen al alza; posteriores experimentos indicaron el disparador bioquímico de la hormona. Los científicos observaron también que la hormona envía señales al hígado para quemar la grasa almacenadas en otros sitios del cuerpo.

Los científicos de Boston observaron que tanto el ayuno como una dieta rica en grasa y baja en carbohidratos incrementaban los niveles de FGF21. Según la Dra. Eleftheria Maratos-Flier, investigadora del Beth Israel Deaconess Medical Center que dirigió el estudio de Boston, al contrario de lo que pueda parecer en un principio, esto tiene sentido. La relación entre ambos estados es que "si ayunas, dependes de la grasa almacenada", señala, y "si sigues una dieta rica en grasa y baja en carbohidratos, dependes de la grasa".

Los artículos que describen la investigación de ambos grupos se han publicado en el último número de la revista Cell Metabolism.

El siguiente paso, según la Dra. Maratos-Flier, es comprobar si esto se cumple también en las personas. En caso de ser así, la hormona explicaría por qué las personas que siguen dietas bajas en carbohidratos no tienen unos niveles extremadamente elevados de grasa en el torrente sanguíneo; se debería a que la hormona se asegura de que se queme la grasa.

Según los científicos, los efectos de estos estudios todavía están muy lejos, ya que todavía están empezando los estudios con humanos. Algunas de las muchas líneas de trabajo incluirán comprobar el efecto de la hormona en las personas, ver si es posible utilizar la hormona como lector biológico del estado metabólico de una persona y si esta nueva información puede ayudar a diseñar dietas con una base científica. También se investigará si esta hormona u otras moléculas relacionadas se pueden convertir en medicamentos para perder de peso o disminuir los niveles de lípidos en sangre.

Fuente: Kvue