Un gen que controla los niveles de grasa en el cuerpo
Según un artículo publicado esta semana en BBC News, científicos de la Universidad de Texas han logrado mantener a raya la tendencia a acumular grasa en el cuerpo en la mosca de la fruta, gusanos y ratones, manipulando un gen denominado adiposa. Si se logra el mismo efecto en humanos, que también poseen este gen, esta investigación podría conducir a nuevas formas de combatir la obesidad y la diabetes.
El gen adiposa se descubrió en moscas de la fruta obesas hace más de 50 años, pero los científicos desconocían su papel exacto. El Dr. Jonathan Graff, investigador jefe del estudio, y sus colegas utilizaron varios métodos para activar y desactivar el gen en diferentes etapas de la vida de los animales y en varias partes del cuerpo. Su trabajo, publicado en la revista Cell Metabolism, sugiere que el gen actúa como un interruptor maestro de alto nivel que indica al cuerpo si acumular o quemar grasa.
Durante el estudio, los ratones con una actividad aumentada del gen adiposa comían tanto o más que los ratones normales y, sin embargo, continuaban delgados, tenían células adiposas resistentes a la diabetes y podían controlar mejor el metabolismo de azúcar en sangre y la insulina.
Por el contrario, los animales con una actividad reducida del gen adiposa estaban más gordos, menos sanos y tenían diabetes.
Los investigadores descubrieron, que el gen no sólo se podía activar y desactivar, sino también aumentar y disminuir. Según el Dr. Graff, esto incrementa las posibilidades de manipular su efecto para tratar la obesidad.
El siguiente paso será demostrar los mecanismos exactos por medio de los cuales el gen ejerce su control.
Sin embargo, el Dr. David Haslam, director clínico del National Obesity Forum, ha advertido que el desarrollo de tratamientos genéticos, para la obesidad podría tardar muchos años.
Según él, mientras tanto, el único modo de atajar el problema es animar a la gente a comer sano y hacer ejercicio.
Fuente: News BBC. Co.UK
El gen adiposa se descubrió en moscas de la fruta obesas hace más de 50 años, pero los científicos desconocían su papel exacto. El Dr. Jonathan Graff, investigador jefe del estudio, y sus colegas utilizaron varios métodos para activar y desactivar el gen en diferentes etapas de la vida de los animales y en varias partes del cuerpo. Su trabajo, publicado en la revista Cell Metabolism, sugiere que el gen actúa como un interruptor maestro de alto nivel que indica al cuerpo si acumular o quemar grasa.
Durante el estudio, los ratones con una actividad aumentada del gen adiposa comían tanto o más que los ratones normales y, sin embargo, continuaban delgados, tenían células adiposas resistentes a la diabetes y podían controlar mejor el metabolismo de azúcar en sangre y la insulina.
Por el contrario, los animales con una actividad reducida del gen adiposa estaban más gordos, menos sanos y tenían diabetes.
Los investigadores descubrieron, que el gen no sólo se podía activar y desactivar, sino también aumentar y disminuir. Según el Dr. Graff, esto incrementa las posibilidades de manipular su efecto para tratar la obesidad.
El siguiente paso será demostrar los mecanismos exactos por medio de los cuales el gen ejerce su control.
Sin embargo, el Dr. David Haslam, director clínico del National Obesity Forum, ha advertido que el desarrollo de tratamientos genéticos, para la obesidad podría tardar muchos años.
Según él, mientras tanto, el único modo de atajar el problema es animar a la gente a comer sano y hacer ejercicio.
Fuente: News BBC. Co.UK
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