Nanopartícula inócua para Nanomedicina
Investigadores de California y Massachussets han descubierto un nuevo tipo de nanopartícula (NP) inocua que se puede eliminar eficazmente por los riñones una vez que ésta libera su carga de fármaco en el órgano fijado como objetivo [Park, et al., Nat. Mater. (2009), doi: 10.1038/nmat2398].
Ya hay una cantidad importante de investigaciones sobre la administración de fármacos con nanopartículas, pero algunos de estos sistemas tienen importantes desventajas, como el rechazo inmediato de la nanopartículas por parte del cuerpo antes de que puedan entregar la carga o la biodegrabilidad y toxicidad de las nanopartículas o de sus productos derivados. No obstante, el uso de nanopartículas para la administración de fármacos continúa teniendo un gran interés, debido a que estos pequeños cuerpos poseen algunas propiedades excepcionales. Las nanopartículas tienen una gran capacidad específica para cargar fármacos, son fáciles de detectar mientras están en el cuerpo y permanecen en el torrente sanguíneo el tiempo suficiente para llegar a su objetivo y liberar la carga.
Las nuevas nanopartículas de silicio poroso luminiscente (LPSiNP) de 126nm se fabrican mediante el grabado electromecánico de obleas de un único cristal de silicio, seguido de una ultrasonicación y una filtración para obtener nanopartículas con unos diámetros de poro de 5-10 nm. El óxido de silicio desarrollado sobre la superficie de las LPSiNP les otorga una fotoluminiscencia intrínseca a 650-900nm. Esto hace que valgan para aplicaciones in vivo, ya que los órganos y los tejidos presentan una absorción muy baja en esta región y cualquier fotoluminiscencia se puede atribuir a las LPSiNP. El material luminiscente es mucho más fotoestable que la fluoresceína o los fluoroforos de cianina y tiene un rendimiento cuántico comparable al de otras nanopartículas de sílice o silicio luminiscentes y solubles en agua.
Artículo completo: Materials Today
Ya hay una cantidad importante de investigaciones sobre la administración de fármacos con nanopartículas, pero algunos de estos sistemas tienen importantes desventajas, como el rechazo inmediato de la nanopartículas por parte del cuerpo antes de que puedan entregar la carga o la biodegrabilidad y toxicidad de las nanopartículas o de sus productos derivados. No obstante, el uso de nanopartículas para la administración de fármacos continúa teniendo un gran interés, debido a que estos pequeños cuerpos poseen algunas propiedades excepcionales. Las nanopartículas tienen una gran capacidad específica para cargar fármacos, son fáciles de detectar mientras están en el cuerpo y permanecen en el torrente sanguíneo el tiempo suficiente para llegar a su objetivo y liberar la carga.
Las nuevas nanopartículas de silicio poroso luminiscente (LPSiNP) de 126nm se fabrican mediante el grabado electromecánico de obleas de un único cristal de silicio, seguido de una ultrasonicación y una filtración para obtener nanopartículas con unos diámetros de poro de 5-10 nm. El óxido de silicio desarrollado sobre la superficie de las LPSiNP les otorga una fotoluminiscencia intrínseca a 650-900nm. Esto hace que valgan para aplicaciones in vivo, ya que los órganos y los tejidos presentan una absorción muy baja en esta región y cualquier fotoluminiscencia se puede atribuir a las LPSiNP. El material luminiscente es mucho más fotoestable que la fluoresceína o los fluoroforos de cianina y tiene un rendimiento cuántico comparable al de otras nanopartículas de sílice o silicio luminiscentes y solubles en agua.
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