Ropa capaz de descontaminar armas químicas
Científicos franceses, dirigidos por Valérie Keller, trataron de mejorar textiles con nanotubos de carbono para fabricar ropa capaz de desactivar agentes de guerra química.
Keller y sus colegas eligieron un sistema que utiliza la energía solar para catalizar las reacciones. Utilizando la deposición de capas (“capa a capa”), fueron capaces de crear una capa delgada y homogénea de material de nanotubos (nanotubos de titanato impregnados con la sal tungstato) sobre fibras textiles convencionales. Los ingredientes necesarios para hacer los nanotubos están disponibles en el mercado y la deposición de capas es una técnica muy conocida. Los autores alegan que su método "ofrece las ventajas de la preparación de bajo coste junto con la fabricación de capas de elevado rendimiento".
De acuerdo con los procedimientos estándar de evaluación de la OTAN, los autores expusieron su tejido de nanotubos a dimetil metilfosfonato (DMMP, por sus siglas en inglés) y a gas mostaza en concentraciones de 10 g/m2. Al proporcionarle luz solar, el material de nanotubos degradó fotocatalíticamente las toxinas en unos cuentos minutos. Estos resultados son prometedores, pero la necesidad de luz solar es un problema importante. Sería necesario desarrollar diseños alternativos que se puedan utilizar en situaciones en las que no se disponga de iluminación solar.
Fuente: Arstechnica
Keller y sus colegas eligieron un sistema que utiliza la energía solar para catalizar las reacciones. Utilizando la deposición de capas (“capa a capa”), fueron capaces de crear una capa delgada y homogénea de material de nanotubos (nanotubos de titanato impregnados con la sal tungstato) sobre fibras textiles convencionales. Los ingredientes necesarios para hacer los nanotubos están disponibles en el mercado y la deposición de capas es una técnica muy conocida. Los autores alegan que su método "ofrece las ventajas de la preparación de bajo coste junto con la fabricación de capas de elevado rendimiento".
De acuerdo con los procedimientos estándar de evaluación de la OTAN, los autores expusieron su tejido de nanotubos a dimetil metilfosfonato (DMMP, por sus siglas en inglés) y a gas mostaza en concentraciones de 10 g/m2. Al proporcionarle luz solar, el material de nanotubos degradó fotocatalíticamente las toxinas en unos cuentos minutos. Estos resultados son prometedores, pero la necesidad de luz solar es un problema importante. Sería necesario desarrollar diseños alternativos que se puedan utilizar en situaciones en las que no se disponga de iluminación solar.
Fuente: Arstechnica
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