Nanotecnología y enfermedades coronarias
La nanotecnología hace frente a las enfermedades del corazón
Una molécula diseñada para encontrar, pegarse a las arterias endurecidas y, luego, tratarlas podría, según sus inventores, ofrecer una nueva forma de hacer frente a las enfermedades del corazón.
Los "nanoburrs", desarrollados por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), sólo apuntaron a las células dañadas en las paredes de los vasos sanguíneos.
Una vez adheridas, pueden liberar los fármacos con precisión en el lugar adecuado.
Sin embargo, la British Heart Foundation advierte que todavía faltan algunos años para que esta tecnología se utilice en los pacientes.
El endurecimiento de las arterias que irrigan el corazón o aterosclerosis puede, a la larga, puede originar bloqueos que pueden producir infartos.
El estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences señala que los especialistas suelen utilizar diminutos globos para forzar la apertura de los vasos; a continuación, colocan un tubo llamado catéter en el interior para mantenerlos abiertos.
A menudo, el proceso provoca un rápido recrecimiento del tejido alrededor del catéter que puede conducir una vez más al bloqueo de la arteria; un avance reciente ha sido un catéter que libera fármacos durante un número de días después de la inserción para mantener este proceso bajo control.
El enfoque del MIT ofrece otra manera de conseguir que estos medicamentos lleguen exactamente al lugar correcto.
Sus "nanoburrs" están recubiertos con proteínas que sólo se pueden adherir a una estructura de la pared de los vasos sanguíneos denominada "membrana basal".
Esta estructura sólo es visible cuando la pared está dañada, de forma que sólo se dirigen a las secciones dañadas de los vasos sanguíneos.
Una vez en el lugar, tiene lugar una reacción para liberar el fármaco durante un período prolongado; hasta 12 días hasta la fecha.
El profesor Robert Langer señaló que esta tecnología podría atacar a cualquier enfermedad en la que la pared celular se haya visto comprometida, incluidos ciertos tipos de cáncer y otras enfermedades inflamatorias.
El profesor Peter Weissberg, director médico de la British Heart Foundation, señaló que si bien la tecnología es "prometedora", todavía quedan muchos obstáculos que superar antes de que se pueda utilizar con regularidad en pacientes.
Fuente: BBC News Health
Una molécula diseñada para encontrar, pegarse a las arterias endurecidas y, luego, tratarlas podría, según sus inventores, ofrecer una nueva forma de hacer frente a las enfermedades del corazón.
Los "nanoburrs", desarrollados por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), sólo apuntaron a las células dañadas en las paredes de los vasos sanguíneos.
Una vez adheridas, pueden liberar los fármacos con precisión en el lugar adecuado.
Sin embargo, la British Heart Foundation advierte que todavía faltan algunos años para que esta tecnología se utilice en los pacientes.
El endurecimiento de las arterias que irrigan el corazón o aterosclerosis puede, a la larga, puede originar bloqueos que pueden producir infartos.
El estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences señala que los especialistas suelen utilizar diminutos globos para forzar la apertura de los vasos; a continuación, colocan un tubo llamado catéter en el interior para mantenerlos abiertos.
A menudo, el proceso provoca un rápido recrecimiento del tejido alrededor del catéter que puede conducir una vez más al bloqueo de la arteria; un avance reciente ha sido un catéter que libera fármacos durante un número de días después de la inserción para mantener este proceso bajo control.
El enfoque del MIT ofrece otra manera de conseguir que estos medicamentos lleguen exactamente al lugar correcto.
Sus "nanoburrs" están recubiertos con proteínas que sólo se pueden adherir a una estructura de la pared de los vasos sanguíneos denominada "membrana basal".
Esta estructura sólo es visible cuando la pared está dañada, de forma que sólo se dirigen a las secciones dañadas de los vasos sanguíneos.
Una vez en el lugar, tiene lugar una reacción para liberar el fármaco durante un período prolongado; hasta 12 días hasta la fecha.
El profesor Robert Langer señaló que esta tecnología podría atacar a cualquier enfermedad en la que la pared celular se haya visto comprometida, incluidos ciertos tipos de cáncer y otras enfermedades inflamatorias.
El profesor Peter Weissberg, director médico de la British Heart Foundation, señaló que si bien la tecnología es "prometedora", todavía quedan muchos obstáculos que superar antes de que se pueda utilizar con regularidad en pacientes.
Fuente: BBC News Health
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