Posibles riesgos de nano-aditivos alimentarios
Según un artículo publicado este mes en nanotechweb.org, expertos en políticas relacionadas con la nanotecnología piden insistentemente nuevas pruebas de seguridad que aseguren que el uso de aditivos alimentarios que contienen materiales a nanoescala no supone ningún riesgo para la salud.
El llamamiento se ha hecho paralelamente a que la nanotecnología haya salido a la palestra como uno de los principales retos en materia de regulación a los que deberá hacer frente la administración de Obama. También se ha realizado paralelamente al debate sobre cómo reestructurar la Food and Drug Administration (FDA) y posiblemente crear una agencia de seguridad alimentaria independiente del gobierno.
Los expertos del “Project on Emerging Nanotechnologies” (PEN), un proyecto financiado por la organización sin ánimo de lucro Pew Charitable Trusts, piden insistentemente a la FDA que publique una guía sobre cómo los listados existentes de aditivos alimentarios, generalmente reconocidos como sustancias seguras (GRAS), se pueden aplicar a los materiales a nanoescala. Si la FDA tomase esta medida, ayudaría a aumentar la confianza de los consumidores e inversores del sector privado en las nuevas tecnologías. Según las compañías que utilizan materiales a nanoescala en sus alimentos, la tecnología se puede utilizar para mejorar el sabor, la calidad y la seguridad de los alimentos.
"El hecho de que la FDA no haya publicado ninguna guía de nanoaditivos alimentarios deja la puerta abierta a los fabricante para hacer sus propias valoraciones e introducir elementos en el mercado sin la autorización de la FDA, a pesar de tratarse de materiales con propiedades novedosas", señala David Rejeski, director de PEN.
El congreso creó el concepto GRAS para dar cierta flexibilidad al sistema de supervisión, eximiendo a los aditivos realmente considerados seguros del requisito de aprobación antes de su salida al mercado. La FDA y el sector han utilizado este concepto a lo largo de los años para evitar el proceso de aprobación de los aditivos en el caso de sustancias bien probadas y cuya seguridad está reconocida por expertos.
"Algún día, el grueso de pruebas científicas que demuestren la seguridad de un aditivo alimentario a nanoescala será suficiente para cumplir el estándar GRAS. Pero, actualmente, la ciencia no está cerca de alcanzar ese nivel de confianza", señala Andrew Maynard, asesor científico jefe de PEN.
Fuente: Nanotech Now
El llamamiento se ha hecho paralelamente a que la nanotecnología haya salido a la palestra como uno de los principales retos en materia de regulación a los que deberá hacer frente la administración de Obama. También se ha realizado paralelamente al debate sobre cómo reestructurar la Food and Drug Administration (FDA) y posiblemente crear una agencia de seguridad alimentaria independiente del gobierno.
Los expertos del “Project on Emerging Nanotechnologies” (PEN), un proyecto financiado por la organización sin ánimo de lucro Pew Charitable Trusts, piden insistentemente a la FDA que publique una guía sobre cómo los listados existentes de aditivos alimentarios, generalmente reconocidos como sustancias seguras (GRAS), se pueden aplicar a los materiales a nanoescala. Si la FDA tomase esta medida, ayudaría a aumentar la confianza de los consumidores e inversores del sector privado en las nuevas tecnologías. Según las compañías que utilizan materiales a nanoescala en sus alimentos, la tecnología se puede utilizar para mejorar el sabor, la calidad y la seguridad de los alimentos.
"El hecho de que la FDA no haya publicado ninguna guía de nanoaditivos alimentarios deja la puerta abierta a los fabricante para hacer sus propias valoraciones e introducir elementos en el mercado sin la autorización de la FDA, a pesar de tratarse de materiales con propiedades novedosas", señala David Rejeski, director de PEN.
El congreso creó el concepto GRAS para dar cierta flexibilidad al sistema de supervisión, eximiendo a los aditivos realmente considerados seguros del requisito de aprobación antes de su salida al mercado. La FDA y el sector han utilizado este concepto a lo largo de los años para evitar el proceso de aprobación de los aditivos en el caso de sustancias bien probadas y cuya seguridad está reconocida por expertos.
"Algún día, el grueso de pruebas científicas que demuestren la seguridad de un aditivo alimentario a nanoescala será suficiente para cumplir el estándar GRAS. Pero, actualmente, la ciencia no está cerca de alcanzar ese nivel de confianza", señala Andrew Maynard, asesor científico jefe de PEN.
Fuente: Nanotech Now
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