Regulación de nanomateriales
Se hace hincapie en la necesidad de realizar más pruebas de seguridad y redactar normas mas estrictas.
La Comisión de sobre Contaminación Medioambiental del Reinu Unido (Royal Commission on Environmental Pollution) ha señalado la necesidad urgente de que haya más pruebas de seguridad y una regulación más estricta de los nanomateriales, partículas microscópicas utilizadas en todos los campos, desde la medicina a la electrónica, el material deportivo o la ropa.
Aunque la investigación de la comisión no halló pruebas de que la nanotecnología resulte dañina para la salud o el medioambiente advirtió que: "El ritmo al que se están desarrollando y comercializando nuevos nanomateriales va más allá de la capacidad de las disposiciones reguladoras de pruebas existentes como para controlar adecuadamente los posibles efectos sobre el medioambiente".
La Royal Society y la Royal Academy of Engineering han pedido también más investigación sobre los posibles efectos dañinos de los "nanomateriales".
La comisión no recomendó una prohibición total o moratoria de los nanomateriales porque cada material debe ser evaluado individualmente. Pero Sir John Lawton, el presidente de la comisión, señaló que hay una preocupación especial por tres tipos de nanomateriales ampliamente utilizados: la nanoplata, el carbono-60 y las nanofibras de carbono.
Por ejemplo, las nanopartículas de plata se utilizan en algunas prendas de ropa y productos de lavandería porque eliminan los olores y los gérmenes. Pero el riesgo está en que pueden acabar con los sistemas de aguas residuales al eliminar las bacterias necesarias para dividir los productos residuales, señaló Sir John durante una rueda de prensa celebrada en Londres.
Los nanotubos de carbono pueden dañar los pulmones del mismo modo que el asbesto. "Si tuviera que aconsejar a mi familia, les diría, 'no utilicéis prendas hechas con nanofibras'", señaló.
La comisión ha sido incapaz de averiguar cuánto se invirtió en investigación relacionada con la seguridad y la salud en los sectores público y privado. El gobierno se había comprometido a invertir 2,3 millones de libras en una iniciativa de nanociencia medioambiental, pero según el informe, hace falta mucho más.
La comisión indica también que la nanotecnología no necesita un nuevo régimen regulador, sino que bastaría con ampliar el actual sistema regulador europeo de sustancias químicas, conocido como Reach, para que abarque también a las nanopartículas.
A modo de comentario sobre el informe, Andrew Maynard, cientñifico jefe del “Project on Emerging Nanotechnologies” del Woodrow Wilson Centre, en Washington DC, señaló: "A pesar de las repetidas advertencias, el sistema continúa rezagado, por detrás de las tecnologías emergentes. Seguir las recomendaciones de la comisión haría que avanzásemos a pasos agigantados para cerrar esta brecha".
Fuente: Financial Times
La Comisión de sobre Contaminación Medioambiental del Reinu Unido (Royal Commission on Environmental Pollution) ha señalado la necesidad urgente de que haya más pruebas de seguridad y una regulación más estricta de los nanomateriales, partículas microscópicas utilizadas en todos los campos, desde la medicina a la electrónica, el material deportivo o la ropa.
Aunque la investigación de la comisión no halló pruebas de que la nanotecnología resulte dañina para la salud o el medioambiente advirtió que: "El ritmo al que se están desarrollando y comercializando nuevos nanomateriales va más allá de la capacidad de las disposiciones reguladoras de pruebas existentes como para controlar adecuadamente los posibles efectos sobre el medioambiente".
La Royal Society y la Royal Academy of Engineering han pedido también más investigación sobre los posibles efectos dañinos de los "nanomateriales".
La comisión no recomendó una prohibición total o moratoria de los nanomateriales porque cada material debe ser evaluado individualmente. Pero Sir John Lawton, el presidente de la comisión, señaló que hay una preocupación especial por tres tipos de nanomateriales ampliamente utilizados: la nanoplata, el carbono-60 y las nanofibras de carbono.
Por ejemplo, las nanopartículas de plata se utilizan en algunas prendas de ropa y productos de lavandería porque eliminan los olores y los gérmenes. Pero el riesgo está en que pueden acabar con los sistemas de aguas residuales al eliminar las bacterias necesarias para dividir los productos residuales, señaló Sir John durante una rueda de prensa celebrada en Londres.
Los nanotubos de carbono pueden dañar los pulmones del mismo modo que el asbesto. "Si tuviera que aconsejar a mi familia, les diría, 'no utilicéis prendas hechas con nanofibras'", señaló.
La comisión ha sido incapaz de averiguar cuánto se invirtió en investigación relacionada con la seguridad y la salud en los sectores público y privado. El gobierno se había comprometido a invertir 2,3 millones de libras en una iniciativa de nanociencia medioambiental, pero según el informe, hace falta mucho más.
La comisión indica también que la nanotecnología no necesita un nuevo régimen regulador, sino que bastaría con ampliar el actual sistema regulador europeo de sustancias químicas, conocido como Reach, para que abarque también a las nanopartículas.
A modo de comentario sobre el informe, Andrew Maynard, cientñifico jefe del “Project on Emerging Nanotechnologies” del Woodrow Wilson Centre, en Washington DC, señaló: "A pesar de las repetidas advertencias, el sistema continúa rezagado, por detrás de las tecnologías emergentes. Seguir las recomendaciones de la comisión haría que avanzásemos a pasos agigantados para cerrar esta brecha".
Fuente: Financial Times
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