LA PRÁCTICA DEL TAROT
Editorial: Siruela, S.A., 2004 . Colección Libros del Tiempo nº 190
ISBN: 84-7844-818-7
LA VÍA DEL TAROT
La praxis o práctica del Tarot es lo que nos lleva al segundo libro aquí reseñado de Jodorowsky. Si bien en Yo, el Tarot hablamos de la poética del Tarot, aquí nos metemos de lleno en su análisis, en qué es, en qué representa, en su detalle.
“Cada arcano, siendo un espejo y no una verdad en sí mismo, se convierte en lo que ves en él.” De ahí la importancia de observar. La relevancia de este libro radica en que ha sido trabajado en el tiempo y visualizado por su autor en cada detalle durante 40 años. Invita a que tú hagas lo mismo, sin imponer, sin dictar, regalando lo que se ha descubierto.
Siendo así, nos descubre la multitud de Tarots existentes eligiendo como primario el Tarot de Nicolas Conver impreso por Camión, de 1700, sin conseguir identificar el origen de este juego de abalorios (Hermann Hesse). Sus observaciones nos llevan a identificar referencias judías, cristianas, musulmanas, hindúes, paganas y doctrinarias. Sincretismo?
El Tarot, que se lee de izquierda a derecha se inicia con El Loco, que es el comienzo perpetuo y acaba, en sus arcanos mayores, con el Mundo, que es el desenlace infinito. Formado por 78 cartas, 22 pertenecen a los arcanos mayores y 56 a los menores.
La guía sigue de manera infinita pero para esta reseña nos vamos a quedar con sólo algunas de la pinceladas que invitan a su lectura y trabajo.
El Tarot se lee y se escucha atendiendo en primer lugar a los prejuicios de cada uno. Ese es el primer paso. Es un paso que hay que transgredir y transmutar, liberando a la mente de todo preconcepto: utilizando la intuición y lo aprendido. La Muerte, el arcano sin nombre, no tiene porque significar la defunción.
Cada arcano, palabra del latín arcanum que significa secreto, queda dividida en un centro esencia, un receptivo tierra (esquina izquierda bajo según se mira), un activo tierra (esquina derecha bajo, según se mira), un receptivo cielo (esquina izquierda arriba según se mira) y un activo cielo (esquina derecha arriba según se mira).
En los Arcanos del Tarot, mirándolos de frente, lo activo queda a la derecha y lo receptivo a la izquierda. Las copas representan la Vida emocional, los sentimientos y el agua. Las espadas representan la vida intelectual, el pensamiento y el aire. Los oros representan la vida corporal, las necesidades y la tierra y los bastos representan la vida sexual, la creatividad, los deseos y el fuego.
Y así seguimos descubriendo de la mano de Jodorowsky que el Tarot no es simétrico, pues todo arte simétrico es profano, verbi gratia: “en una visita al antiguo palacio imperial de Japón el guía indica y recalca: ningún muro está construido en línea recta, ninguna ventana o puerta está dividida en cuadros simétricos. Para los japoneses la línea recta y la simetría son una representación demoníaca”.
La vía del Tarot es por lo tanto un libro de libros, un vía de aprendizaje donde el tiempo no importa. Interesante para conocerse, interesante para descubrir, interesante para volver a la misma conclusión de nuevo: todo está en ti, solo que una ayuda como esta se agradece eternamente.
Vicente Corona