Encontrar una plaza para aparcar por Internet
Este otoño, San Francisco implementará la mayor red Wi-Fi en malla de monitorización de plazas de aparcamiento hasta la fecha. Alrededor de 6.000 sensores inalámbricos de la compañía Streetline se colocarán en las plazas de aparcamiento para monitorizar tanto la disponibilidad de aparcamientos como el volumen y la velocidad del tráfico circulante. La información captada por los sensores se mostrará en mapas Web, teléfonos inteligentes y carteles en las carreteras y, con ello, se espera reducir del tráfico y la contaminación de la ciudad.
Una red en malla difiere de la típica red inalámbrica en que no hay un emisor central: cada nodo puede transmitir a cualquier otro nodo. Este tipo de redes en malla se han utilizado generalmente para la monitorización medioambiental, con el fin de garantizar el acceso a Internet de los dispositivos inalámbricos.
En otras ocasiones se han instalado redes de sensores en las carreteras, pero siempre para monitorizar el tráfico, no el aparcamiento. En las zonas urbanas se han utilizado para poner un precio a al congestionamiento del tráfico: por ejemplo, en Londres, en las horas punta se fotografían las matrículas de los coches y se envía una factura a los conductores. Algunos parkings también tienen carteles que indican a los conductores dónde están las plazas disponibles, pero estos sistemas suelen depender, por lo general, de un recuento de coches manual, no de sensores.
En San Francisco, en cambio, grupos de sensores en red, envueltos en plástico, están incrustados en la superficie de la calle. El sensor principal del grupo, cuya función suele ser la de detectar los coches, es magnético, señala Jim Reich, vicepresidente de ingeniería de Streetline. Los sensores magnéticos detectan cuándo un gran objeto metálico altera el campo magnético terrestre. Un reto en este tipo de sensores es evitar los falsos positivos. "Dependemos principalmente del magnetómetro, pero para solucionar los errores, utilizamos otros tipos de sensores [que] proporcionan una fiabilidad mucho más elevada", señala Reich. Según él, el sistema de Streetline tiene una precisión próxima al 100% a la hora de reconocer coches aparcados.
Los sensores del sistema de monitorización de Streetline no utilizan ningún cable, lo que hace que su instalación resulte más barata y sencilla. "Los sensores de vehículos parecen reflectores de pavimento y las ciudades simplemente tienen que pegarlos al suelo para tener el sistema funcionando casi instantáneamente", señala Reich. Cada cuatro o seis bloques hay un receptor conectado por cables que envía los datos captados por los sensores a u servidor central.
Streetline planea ofrecer una amplia gama de servicios utilizando la misma red, incluidos la medición de polución y de los niveles de ruido y la monitorización de la iluminación de las calles y los sistemas de agua. "Intentamos construir un sistema operativo para la ciudad", señala Reich.
Fuente: Technology Review
Una red en malla difiere de la típica red inalámbrica en que no hay un emisor central: cada nodo puede transmitir a cualquier otro nodo. Este tipo de redes en malla se han utilizado generalmente para la monitorización medioambiental, con el fin de garantizar el acceso a Internet de los dispositivos inalámbricos.
En otras ocasiones se han instalado redes de sensores en las carreteras, pero siempre para monitorizar el tráfico, no el aparcamiento. En las zonas urbanas se han utilizado para poner un precio a al congestionamiento del tráfico: por ejemplo, en Londres, en las horas punta se fotografían las matrículas de los coches y se envía una factura a los conductores. Algunos parkings también tienen carteles que indican a los conductores dónde están las plazas disponibles, pero estos sistemas suelen depender, por lo general, de un recuento de coches manual, no de sensores.
En San Francisco, en cambio, grupos de sensores en red, envueltos en plástico, están incrustados en la superficie de la calle. El sensor principal del grupo, cuya función suele ser la de detectar los coches, es magnético, señala Jim Reich, vicepresidente de ingeniería de Streetline. Los sensores magnéticos detectan cuándo un gran objeto metálico altera el campo magnético terrestre. Un reto en este tipo de sensores es evitar los falsos positivos. "Dependemos principalmente del magnetómetro, pero para solucionar los errores, utilizamos otros tipos de sensores [que] proporcionan una fiabilidad mucho más elevada", señala Reich. Según él, el sistema de Streetline tiene una precisión próxima al 100% a la hora de reconocer coches aparcados.
Los sensores del sistema de monitorización de Streetline no utilizan ningún cable, lo que hace que su instalación resulte más barata y sencilla. "Los sensores de vehículos parecen reflectores de pavimento y las ciudades simplemente tienen que pegarlos al suelo para tener el sistema funcionando casi instantáneamente", señala Reich. Cada cuatro o seis bloques hay un receptor conectado por cables que envía los datos captados por los sensores a u servidor central.
Streetline planea ofrecer una amplia gama de servicios utilizando la misma red, incluidos la medición de polución y de los niveles de ruido y la monitorización de la iluminación de las calles y los sistemas de agua. "Intentamos construir un sistema operativo para la ciudad", señala Reich.
Fuente: Technology Review
posted by Euroresidentes at 10:21 AM
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