Vida social para las personas mayores
Vi un grupo de amigos la semana pasada. El mayor tiene 85 años y el resto del grupo no estamos tan lejos de esa edad. En los años 50 estudiábamos juntos y esta reunión bianual es una excusa para mantenernos en contacto. Nos citamos en un monasterio católico en el cual el resto de la gente también es muy mayor. Uno del grupo había visitado África recientemente y hablo de sus experiencias y de la institución benéfica africano de la cual es miembro. Éramos nueve y creo que era el único que me mantenía despierto mientras hablaba aunque también me entro mucho sueño.
Tenía un portátil con el cual nos intento enseñar fotos pero tenía algunos problemas técnicos los cuales intentamos solucionar sin mucho éxito. Fue conmovedor ver alguien con mas de 70 años todavía comprometido a ayudar a los demás algo que todos nosotros habíamos intentado hacer durante todos nuestras vidas profesionales. Algunos de nosotros hablamos de otros proyectos. Somos jubilados pero no nos hemos retirado totalmente de intentar ayudar a una organización u otra. Hoy ha salido un informe que dice que la gente que sigue trabajando después de la edad de jubilarse tiene más resistencia a la enfermedad de Alzheimer que los demás y estoy convencido que es verdad.
Pero no estábamos allí para intercambiar nuestros problemas de salud o quejarnos sobre el estado de la iglesia aunque hablamos un poco sobre estos dos temas. A veces nos parecía que éramos estos jóvenes con 20 años en cuerpos de ancianos aunque las dificultades de movernos o levantarnos de los asientos lo hacia claro que ya somos mayores y que los días de nuestra juventud permanecen solo en nuestras memorias.
El peligro en cualquier reunión es que el pasado este presente y honorado pero nunca se puede repetir. Solo nos vemos dos veces al año – y creo que es suficiente. La celebración de nuestra amistad es una cosa pero cuando nos conduce a la nostalgia eso es una señal de peligro para mí. Envejecer es real y cuando entere de que la mujer de un amigo se había muerto cuando llegue a casa me hizo recordar que el presente y el futuro es lo que realmente importa.
Bryan
Tenía un portátil con el cual nos intento enseñar fotos pero tenía algunos problemas técnicos los cuales intentamos solucionar sin mucho éxito. Fue conmovedor ver alguien con mas de 70 años todavía comprometido a ayudar a los demás algo que todos nosotros habíamos intentado hacer durante todos nuestras vidas profesionales. Algunos de nosotros hablamos de otros proyectos. Somos jubilados pero no nos hemos retirado totalmente de intentar ayudar a una organización u otra. Hoy ha salido un informe que dice que la gente que sigue trabajando después de la edad de jubilarse tiene más resistencia a la enfermedad de Alzheimer que los demás y estoy convencido que es verdad.
Pero no estábamos allí para intercambiar nuestros problemas de salud o quejarnos sobre el estado de la iglesia aunque hablamos un poco sobre estos dos temas. A veces nos parecía que éramos estos jóvenes con 20 años en cuerpos de ancianos aunque las dificultades de movernos o levantarnos de los asientos lo hacia claro que ya somos mayores y que los días de nuestra juventud permanecen solo en nuestras memorias.
El peligro en cualquier reunión es que el pasado este presente y honorado pero nunca se puede repetir. Solo nos vemos dos veces al año – y creo que es suficiente. La celebración de nuestra amistad es una cosa pero cuando nos conduce a la nostalgia eso es una señal de peligro para mí. Envejecer es real y cuando entere de que la mujer de un amigo se había muerto cuando llegue a casa me hizo recordar que el presente y el futuro es lo que realmente importa.
Bryan