domingo, enero 27, 2008

La Jubilación

Un amigo me dijo en los meses antes de jubilarse que tenia muchos planes, cosas para hacer y organizaciones a las que quería apuntarse para su jubilación. Iba a ser una experiencia nueva e interesante que estaba esperando con ganas.

Tenemos un vecino en la misma situación y siendo un hombre muy practico tiene muchas ideas sobre las habitaciones que quiere decorar y el trabajo que quiere hacer en el jardín. Es un hombre muy activo y me parece que le va a costar no hacer nada aunque no hacer nada se podría clasificarse como una nueva habilidad. La gente que no me han visto durante un tiempo siempre me preguntan ‘¿que haces ahora que estas jubilado?’. Siempre me cuesta contestar y cuento los compromisos que tengo y siempre me da vergüenza por tener pocos. Me siento como tengo que justificar no trabajar mas, lo cual es insano. La jubilación es un regalo de una nueva vida. Sigues siendo la misma persona pero con otra perspectiva.

Soy miembro de un pequeño grupo afiliado a la Universidad de la Tercera Edad. Nunca hay mas de doce en el grupo y estudiamos una variedad de temas relacionadas con Europa. Solemos quedar durante una hora y media y siempre hay tiempo para hablar después y a veces acabamos discutiendo. Como la mayoría de los mayores somos educados pero a veces algún miembro del grupo yo incluido podemos irritarnos. Por otro lado cuando el tema es un poco aburrido algunos se quedan dormidos durante la clase (a mi no me ha ocurrido todavía). En una sesión reciente había hasta tres personas dormidas en varios momentos. Las edades del grupo van desde los 70 hasta los 80 así que no sorprende mucho esta situación.

Tenemos distintas opiniones políticos, leímos diferentes periódicos y sabemos mucho sobre las noticias mas recientes y tenemos mucha experiencia valerosa. Alguna vez y en otras culturas una vida larga con mucha experiencia habría recibido mucha atención y respeto de las generaciones mas jóvenes. Era como las misterios de la vida pasaban de una generación a otra.

Hoy en día ya no es así. Los jóvenes no necesitan ayuda y su mundo es muy diferente al mundo en el que vivíamos nosotros. Pero los jóvenes y los mayores tienen cosas para compartir y aprender de cada uno. Esta bien poder ser miembro de un grupo de gente de la misma generación pero podría ser una trampa intelectual y se podría decir que es lo mismo que hablar contigo mismo.

B.R.

martes, enero 15, 2008

Un Encuentro

El otro día contrate una nuevo tarjeta de crédito. Una chica joven me dijo por teléfono que seria ventajoso contratar una nueve tarjeta de crédito porque tendría la posibilidad de poder retasar los pagos hasta 28 días. El mes anterior me cobraron interés sobre el total de la cuenta porque habían recibido mi cheque 3 días mas tarde. Me dijo que la conversación solo tardaría 5 minutos y solo tendría que contestar una o dos preguntas fáciles...después de una pausa larga me dijo que tendría que volver a llamarme porque tenia problemas con su ordenador. Eso hizo y sus preguntas eran sobre información a que debió haber tenido acceso...uno de las preguntas era cuanto tiempo había estado con este mismo banco.

Hablaba muy rápido y aunque todavía no tengo un audífono a veces era imposible entender todas los detalles de la conversación. Ella se rió cuando le dije que estaba claro que ya había hecho esto muchas otras veces y contesto que lo sabia todo de memoria pero que estaba obligada a hacer las preguntas – esto era cierto y estábamos entrapados en la burocracia del banco. Sin embargo cuando me pregunto sobre mi salario bruto empecé a sentirme incomodo. Por un lado porque no sabia el total y por otro lado porque no me parecía una pregunta correcta. No importa dijo ella y me aseguro de que podría verlo en mi historial algo que me hizo sentir aun mas incomodo.


Anteriormente un amigo me había dicho que estaba protegido por la ley y que no tenia porque dar tanta información personal sobre todo por teléfono. La verdad es que no me sentía bien mientras me preguntaba sin parar especialmente cuando no podía recordar la fecha de nacimiento de mi mujer y le tenia que preguntar para confirmarla.

Todo esta experiencia mostraba la falta de intimidad que existe en la sociedad moderna. Aunque estaba interesada en contratar esa tarjeta nueva empecé a sentirme que no solo me estaban vendiendo un nuevo juguete sino también que había me había vendido a mi mismo en el proceso. Dentro de un mes el resultado de esta conversación será un documento que tengo que firmar que llegara por correo certificado.

Pero al final todo salio bien. Cuando dije que mi cheque para pagar la otra tarjeta había llegado tarde debido a una huelga de correos me devolvieron el intereses que me habían cobrado por el retraso. Así que tengo 10 euros mas en el bolsillo. No obstante todo esa experiencia ha sido un poco traumática.

B.R.