martes, septiembre 23, 2008

Contar la verdad

Vivimos en una comunidad donde la gente no tiene vergüenza en compartir sus historias personales. Por ejemplo, dos de nuestros vecinos suelen charlar sobre la valla que separa sus jardines mientras cuelgan la ropa.

Ayer en camino a casa de mi huerta pase por delante de la casa de un hombre de ochenta años que asiste a la misma clase de rehabilitación que yo. Estaba en el jardín pintando la valla y en cinco minutos me contó que le gusta pintar su valla a menudo, mantener el jardín en buenas condiciones y también que había tenido problemas con el canalón del tejado que ahora esta arreglado y que el ayuntamiento nunca consulto a los propietarios cuando decidieron construir un camino a través del campo a lado de su casa (el mismo que cruzo yo casi todos los días) y que a veces le molestaba que por eso pasaba tanta gente por delante de su casa. No le conocía mucho pero después de estos cinco minutos me parecía que le conozco bastante.

Mi mujer tuvo una experiencia similar en el autobús el otro día. Cuando subió con nuestra hija y nieto de dos años un hombre comento que el tenia un bisnieto y que le habían llamado igual que el. Luego añadió que también los padres de su bisnieto le habían pedido veinte mil libras para la entrada para comprar una casa. Después hablo de los días dorados del pasado pero para el es ahora su mejor momento de la vida y que nunca había vivido tan bien.

¡Un hombre mayor muy contento!

En contraste el libro de Julia Neuberger llamado ‘Todavía no estoy muerta – un manifiesto para la tercera edad’ esta lleno de rencor sobre la manera en que los ancianos están a menudo tratados en nuestra sociedad. También contiene las historias de muchas personas algunos tristes pero otras llenas de alegría. Mientras destaca las deficiencias del sistema Británico en la provisión para el cuidado de los ancianos también habla de la fuerza natural de la gente mayor y su capacidad para vivir bien. Dice que tener contacto social es muy importante.

¡Como experimente aquel día!

B.R.