La Marginación
Esto es algo que los mayores intentan evitar pero a menudo hacen. No quiero pertenecer a la brigada que dicen ‘las cosas ya no son como antes’ y que siempre están echando de menos su juventud perdida. Los días dorados de la memoria solo existen en la fantasía de la nostalgia. Por ejemplo, tengo una imagen de mi mismo con diecisiete años con un traje nuevo en mi primer trabajo con mucha energía y me hacían mucho caso (¡bueno eso es lo que creía entonces!). Pero por supuesto, olvido los momentos malos y solo recuerdo los buenos de aquellos días. Y ahora es difícil sentirse tan bien cuando vives en un mundo donde tu generación se sienten abandonados en una orilla desconocida.
La gente mayor se puede sentirse muy sola, no solo cuando no están acompañados sino incluso cuando están en un grupo de gente con quien no tiene nada en común. Observamos un mundo tecnocrático que apenas entendemos y donde no tenemos lugar. Es difícil mantener conversaciones y aun mas establecer nuevos relaciones.
El otro día tuvimos invitados en casa, amigos con quienes fui a la escuela y estuvimos hablando de como nos sentíamos que ya no pertenecíamos a la sociedad en que vivimos, y como en nuestra cultura hace falta tener habilidades o entusiasmo que están fuera de nuestro alcance. Ojalá que no fuera así, no porque queremos echar piedras a la sociedad que nos rodea sino porque nos gustaría entender las cosas y pertenecer a ella. Los mayores cada vez viven mas años y somos un porcentaje de la población bastante grande pero a veces nos sentimos que estamos atrapados en una isla inhóspita.
Estoy en contra de cualquier tipo de gueto y no tengo ninguna intención de pasar todos los días con gente de mi edad, ni comportarme como un recuerdo de los últimos cincuenta años del siglo pasado. Pero es difícil, especialmente porque encuentro la cultura dominante del materialismo superficial y sin sentido en el fondo. Así que mantengo el derecho de criticar el mundo comercial y la brutal agenda política de hoy mientras intento pensar mas allá y conectar con las cosas positivas que pasan alrededor y conectarme con la gente de cualquier edad.
No quiero acabar en aquella isla de los viejos.
Bryan
La gente mayor se puede sentirse muy sola, no solo cuando no están acompañados sino incluso cuando están en un grupo de gente con quien no tiene nada en común. Observamos un mundo tecnocrático que apenas entendemos y donde no tenemos lugar. Es difícil mantener conversaciones y aun mas establecer nuevos relaciones.
El otro día tuvimos invitados en casa, amigos con quienes fui a la escuela y estuvimos hablando de como nos sentíamos que ya no pertenecíamos a la sociedad en que vivimos, y como en nuestra cultura hace falta tener habilidades o entusiasmo que están fuera de nuestro alcance. Ojalá que no fuera así, no porque queremos echar piedras a la sociedad que nos rodea sino porque nos gustaría entender las cosas y pertenecer a ella. Los mayores cada vez viven mas años y somos un porcentaje de la población bastante grande pero a veces nos sentimos que estamos atrapados en una isla inhóspita.
Estoy en contra de cualquier tipo de gueto y no tengo ninguna intención de pasar todos los días con gente de mi edad, ni comportarme como un recuerdo de los últimos cincuenta años del siglo pasado. Pero es difícil, especialmente porque encuentro la cultura dominante del materialismo superficial y sin sentido en el fondo. Así que mantengo el derecho de criticar el mundo comercial y la brutal agenda política de hoy mientras intento pensar mas allá y conectar con las cosas positivas que pasan alrededor y conectarme con la gente de cualquier edad.
No quiero acabar en aquella isla de los viejos.
Bryan
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