Malos recuerdos durante la tercera edad
Estuve hablando con un viejo amigo y me dijo que la perdida de la memoria le asusta. El pasado puede ser un obstáculo, de allí todo tipo de memorias pueden aparecer, algunos no deseadas.
La mayoría no hemos vivido vidas perfectas y muchas cosas que hemos hecho ó no hecho nos hace infelices ó nos da vergüenza. No se pueden ignorar fácilmente. Pueden surgir y a veces del pasado distante, especialmente durante la noche cuando no podemos resistirlas. Estos son los malos recuerdos que no se desaparecen.
Cuando eres mas joven, la vida cotidiana, las responsabilidades y la necesidad de cumplir tus tareas ayudan suprimir el pasado que no quieres recordar. Cuando eres mas joven las oportunidades perdidas, tus debilidades y la gente que has molestado se pueden arrinconar fácilmente. Pero cuando eres mayor tienes mucho tiempo para reflexionar, recuerdes cosas que preferirías haber olvidado o haber hecho algo sobre ellas pero de hecho ya es demasiado tarde.
Había ofendido a una colega. No recuerdo de que se trataba pero un día en la calle donde vivía me grito ‘eres muy maleducado’. Todavía pienso en ello, recuerdo su mirada. Entonces pensé que estaba equivocada, ahora me temo que tenia razón. Tales memorias y otras peores aparecen en la mente y te tormenta y estropea el día.
En algunos religiones confesarse todavía existe. Quizás la idea es buena. No es perdón lo que buscamos, sino un sentimiento de perspectiva sobre nuestro pasado para ayudarnos en los malos momentos. Pocos de nosotros somos malos por naturaleza, pero todos podemos reírnos de nosotros a veces y confesar nuestros equivocaciones y después dejar el pasado en su sito e ir hacia adelante. El futuro puede tener un horizonte limitado para nosotros pero todavía esta allí y nos pertenece.
La mayoría no hemos vivido vidas perfectas y muchas cosas que hemos hecho ó no hecho nos hace infelices ó nos da vergüenza. No se pueden ignorar fácilmente. Pueden surgir y a veces del pasado distante, especialmente durante la noche cuando no podemos resistirlas. Estos son los malos recuerdos que no se desaparecen.
Cuando eres mas joven, la vida cotidiana, las responsabilidades y la necesidad de cumplir tus tareas ayudan suprimir el pasado que no quieres recordar. Cuando eres mas joven las oportunidades perdidas, tus debilidades y la gente que has molestado se pueden arrinconar fácilmente. Pero cuando eres mayor tienes mucho tiempo para reflexionar, recuerdes cosas que preferirías haber olvidado o haber hecho algo sobre ellas pero de hecho ya es demasiado tarde.
Había ofendido a una colega. No recuerdo de que se trataba pero un día en la calle donde vivía me grito ‘eres muy maleducado’. Todavía pienso en ello, recuerdo su mirada. Entonces pensé que estaba equivocada, ahora me temo que tenia razón. Tales memorias y otras peores aparecen en la mente y te tormenta y estropea el día.
En algunos religiones confesarse todavía existe. Quizás la idea es buena. No es perdón lo que buscamos, sino un sentimiento de perspectiva sobre nuestro pasado para ayudarnos en los malos momentos. Pocos de nosotros somos malos por naturaleza, pero todos podemos reírnos de nosotros a veces y confesar nuestros equivocaciones y después dejar el pasado en su sito e ir hacia adelante. El futuro puede tener un horizonte limitado para nosotros pero todavía esta allí y nos pertenece.
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