La falta de experiencia empresarial
Jóvenes empresarios, emprendedores... ¿es realmente su falta de experiencia una desventaja?. La experiencia es valiosa. No hay duda acerca de ello. Pero no es una garantía de éxito. Si fuera el caso, muy pocas startups triunfarían.
La experiencia en la empresa es uno de los activos que es citado más frecuentemente por los empresarios en general. Aunque hay corrientes que defienden que la citatada falta de experiencia puede ser compensada o al menos paliada a través de otros medios. Hacemos mención a este tema indicando algunas fórmulas para superar la falta de experiencia.
1. Investigar sobre el sector en cuestión. Antes de tirarse a la arena empresarial, un buen consejo es "bucear" por el sector en el que se va integrar la empresa en cuestión. Familiarizarse bien con el entorno. Hoy en día esto es más sencillo que hace unos años. Hay un montón de información en Internet, más de la que cualquier empresario -de los mas viejos del sector- puede digerir y quizás conocer en muchos casos. Analistas, empresarios, estudios, informes, páginas webs de empresas... Todo ello puede permirtir a un joven empresario comprender los problemas de un sector. Aparte de esto se puede hablar con la gente. Muchas asociaciones empresariales de un sector son muy receptivas a recibir y abrirse con jóvenes empresarios.
2. Encontrar buenos consejeros. Quizás es muy difícil encontrar todas las respuestas. De hecho, nadie puede encontrarlas, independientemente de la cantidad de experiencia que se tenga. Lo más sabio es rodearse de grandes asesores que le permitan a uno informarse sobre las lagunas existentes en cualquier tema. Generalmente en España y otros países hispanos se recurre a asesores ficales o contables, pero no en otros muchos temas: recursos humanos, selección de personal, comercialización, marketing, etc. etc. Un emprededor debe buscar buenos consejeros en todas aquellas áreas que sean fundamentales para la empresa. Si su proyecto empresarial es muy embrionario puede beneficiarse de centros y servicios oficiales (gobiernos, universidades, asociaciones empresariales...)
3. Obtener el máximo de feedback. No hay que tener miedo a los comentarios o valoraciones críticas sobre nuestro negocio. Una de las ventajas de ser novato es que en las opiniones y concepciones, se tiene menos rigidez que los empresarios más veteranos del sector; y generalmente también se es mucho más más receptivo a la hora de escuchar terceras opiniones. Habla, pues, con los expertos. Habla con otros empresarios. Recoge gran cantidad de opiniones.
4. Buscar creyentes en tu proyecto. Puede que tu proyecto si es realmente original e innovador no sea muy tomado en cuenta entre los empresarios y consejeros más tradicionales de tu sector. Eso incluso puede que sea una ventaja, si se trata de una idea que representa un nicho no muy identificable. Buscar creyentes en tu proyecto quizás sea una buena idea (ello te permitirá además evaluar si estás equivocado o si tu idea es totalmente descabellada, en el caso de que no encuentres "creyentes", o en todo caso el proceso te ayudará a pulir mucho más tu proyecto). En todo caso, recuerda que los creyentes se pueden convertir en evangelistas. Los evangelistas a su vez se pueden convertir en potenciales clientes y eso siempre será positivo. Si todo lo que buscas son valoraciones positivas sobre tu proyecto te estarás haciendo un flaco favor. Necesitarás una visión más equilibrada de las cosas; al respecto los "creyentes" pueden orientarte una dirección más correcta y contagiarte su estado de ánimo.
5. Ir más rápido y ser flexible. Uno de los peligros de la falta de experiencia es encerrarse en una forma de pensar. Sucede muy frecuentemente en el mundo empresarial. Algunos de los empresarios tradicionales convierten la expereincia en rigidez algo así como una máxima: "He estado haciendo de esta manera durante años, y esa es la forma en que se supone que hay que hacer las cosas". Esa rigidez es la causa de la muerte empresarial en muchos casos. Para los jóvenes empresarios esto no debe ser un problema si convierten su falta de experiencia en una ventaja que le lleve a hacer las cosas más rápidamente y ser flexibles y adaptarse rápidamente a nuevas exigencias y circunstancias del mercado. Un empresario joven puede ser más consciente de la velocidad de los cambios y cómo afectan a la empresa.
6. Admitir y ser consciente sobre lo que no se conoce. Lo peor en los negocios es la presunción. Las cosas pueden cambiar si hay una predisposición inequívoca a admitir lo que no se sabe. Si lo admites, estarás dando el primer paso para encontrar una respuesta.
7. No avergonzarse de las opiniones y creencias propias. Tan mala es la presunción como tener miedo a expresar nuestras propias ideas y opiniones. Muchos asesores, consejeros, empresarios, pueden acabar mantando el emprendedor que llevamos dentro. La falta de experiencia, no significa que una persona no esté en condiciones de comprender los problemas que enfrenta y de diseñar las mejores soluciones. Tampoco significa que sus ideas sean menos valiosas que las de personas con mucha experiencia.
Eatas ideas están recogidas en Is a Lack of Experience Really Such a Bad Thing? de Ben Yoskovitz, aunque hemos cambiado y añadido algunas cosas de nuestra cosecha.
Temas relacionados con la falta de experiencia en la empresa:
La experiencia en la empresa es uno de los activos que es citado más frecuentemente por los empresarios en general. Aunque hay corrientes que defienden que la citatada falta de experiencia puede ser compensada o al menos paliada a través de otros medios. Hacemos mención a este tema indicando algunas fórmulas para superar la falta de experiencia.
1. Investigar sobre el sector en cuestión. Antes de tirarse a la arena empresarial, un buen consejo es "bucear" por el sector en el que se va integrar la empresa en cuestión. Familiarizarse bien con el entorno. Hoy en día esto es más sencillo que hace unos años. Hay un montón de información en Internet, más de la que cualquier empresario -de los mas viejos del sector- puede digerir y quizás conocer en muchos casos. Analistas, empresarios, estudios, informes, páginas webs de empresas... Todo ello puede permirtir a un joven empresario comprender los problemas de un sector. Aparte de esto se puede hablar con la gente. Muchas asociaciones empresariales de un sector son muy receptivas a recibir y abrirse con jóvenes empresarios.
2. Encontrar buenos consejeros. Quizás es muy difícil encontrar todas las respuestas. De hecho, nadie puede encontrarlas, independientemente de la cantidad de experiencia que se tenga. Lo más sabio es rodearse de grandes asesores que le permitan a uno informarse sobre las lagunas existentes en cualquier tema. Generalmente en España y otros países hispanos se recurre a asesores ficales o contables, pero no en otros muchos temas: recursos humanos, selección de personal, comercialización, marketing, etc. etc. Un emprededor debe buscar buenos consejeros en todas aquellas áreas que sean fundamentales para la empresa. Si su proyecto empresarial es muy embrionario puede beneficiarse de centros y servicios oficiales (gobiernos, universidades, asociaciones empresariales...)
3. Obtener el máximo de feedback. No hay que tener miedo a los comentarios o valoraciones críticas sobre nuestro negocio. Una de las ventajas de ser novato es que en las opiniones y concepciones, se tiene menos rigidez que los empresarios más veteranos del sector; y generalmente también se es mucho más más receptivo a la hora de escuchar terceras opiniones. Habla, pues, con los expertos. Habla con otros empresarios. Recoge gran cantidad de opiniones.
4. Buscar creyentes en tu proyecto. Puede que tu proyecto si es realmente original e innovador no sea muy tomado en cuenta entre los empresarios y consejeros más tradicionales de tu sector. Eso incluso puede que sea una ventaja, si se trata de una idea que representa un nicho no muy identificable. Buscar creyentes en tu proyecto quizás sea una buena idea (ello te permitirá además evaluar si estás equivocado o si tu idea es totalmente descabellada, en el caso de que no encuentres "creyentes", o en todo caso el proceso te ayudará a pulir mucho más tu proyecto). En todo caso, recuerda que los creyentes se pueden convertir en evangelistas. Los evangelistas a su vez se pueden convertir en potenciales clientes y eso siempre será positivo. Si todo lo que buscas son valoraciones positivas sobre tu proyecto te estarás haciendo un flaco favor. Necesitarás una visión más equilibrada de las cosas; al respecto los "creyentes" pueden orientarte una dirección más correcta y contagiarte su estado de ánimo.
5. Ir más rápido y ser flexible. Uno de los peligros de la falta de experiencia es encerrarse en una forma de pensar. Sucede muy frecuentemente en el mundo empresarial. Algunos de los empresarios tradicionales convierten la expereincia en rigidez algo así como una máxima: "He estado haciendo de esta manera durante años, y esa es la forma en que se supone que hay que hacer las cosas". Esa rigidez es la causa de la muerte empresarial en muchos casos. Para los jóvenes empresarios esto no debe ser un problema si convierten su falta de experiencia en una ventaja que le lleve a hacer las cosas más rápidamente y ser flexibles y adaptarse rápidamente a nuevas exigencias y circunstancias del mercado. Un empresario joven puede ser más consciente de la velocidad de los cambios y cómo afectan a la empresa.
6. Admitir y ser consciente sobre lo que no se conoce. Lo peor en los negocios es la presunción. Las cosas pueden cambiar si hay una predisposición inequívoca a admitir lo que no se sabe. Si lo admites, estarás dando el primer paso para encontrar una respuesta.
7. No avergonzarse de las opiniones y creencias propias. Tan mala es la presunción como tener miedo a expresar nuestras propias ideas y opiniones. Muchos asesores, consejeros, empresarios, pueden acabar mantando el emprendedor que llevamos dentro. La falta de experiencia, no significa que una persona no esté en condiciones de comprender los problemas que enfrenta y de diseñar las mejores soluciones. Tampoco significa que sus ideas sean menos valiosas que las de personas con mucha experiencia.
Eatas ideas están recogidas en Is a Lack of Experience Really Such a Bad Thing? de Ben Yoskovitz, aunque hemos cambiado y añadido algunas cosas de nuestra cosecha.
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- Diferencias entre un empresario y un aspirante
- Cómo negociar en la empresa
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- Consejos para afrontar las crisis
- Formación de emprendedores en Estados Unidos
Etiquetas: consejos, crear-empresas, pequeñas-empresas