Toile de Jouy

Seguro que en alguna ocasión habéis oído esta palabra y no sabéis muy bien a que o a quien se refiere: el que es sencillo: tela estampada con planchas y, el quien. Chritophe-Philippe Oberkampf un empresario francés que instaló una fábrica de telas en una localidad cercana a Versalles llamada Jouy-en Josas en 1760. Literalmente pues, TELA DE JOUY.

Este tipo de tela estampada con imágenes pastoriles, florales, de aves, acontecimientos ocurridos en el s. XVIII o de orden mitológico sigue hoy en día renovándose dentro de los clásicos.

Es inconfundible y no hay colección que se precie que no la incluya.

Combinada con el estilo inglés, resulta impecable y, según el tamaño de la habitación donde decidas colocarla deberás tener en cuenta que, dada la estampación repetitiva que la caracteriza, un exceso de ella en coordinados podría resultar excesiva o cuando menos exagerada, por ello combina muy bien con el mueble inglés dada su severidad en líneas y acabados en caoba lo que le da el contrapunto ideal.

Es un tipo de estampado que incluso en baños, ya sea en estores o como cortinillas debajo del lavabo resultan originales pues aportan un bonito toque coqueto.

Mezclándolo con muebles claros dan un ambiente muy romántico y si pecas de exceso hasta puede quedar un tanto cursi, por lo que deberás tener en cuenta el exceso del que te hemos hablado con anterioridad. Y si quieres restarle exuberancias al conjunto atrévete con rayas, la combinación aunque resulte extraña no le resta importancia a la tela.

Generalmente se estampan sobre tejido de algodón, aunque también se utiliza el lino y, el motivo se repite a lo largo de toda la pieza, alcanzando una alta definición del dibujo.

Otra característica son los colores, siendo los más conocidos los estampados sobre fondo beige e imágenes en azules o granas, aunque también los hay en verde, negros y sepias, que son menos conocidos.

Y ahora seguro que el nombre ya no os parece tan extraño al conocer su pequeña historia.

¡FELIZ AÑO NUEVO!

Decoración de segundas viviendas

Debemos reconocer que hablar de este tema pueda resultar hiriente dada la situación actual de encarecimiento de la vivienda en España y sí ya una primera vivienda ocupa un 30% de nuestros salarios, plantearse una segunda resulta harto fantasioso.

Sin embargo y,pese a esta aseveración nos atrevemos a dejar volar la imaginación y pensar que requisitos nos gustaría o debiera reunir esa segunda casa.

Parece indudable la premisa: los que viven en la montaña desearán una segunda casa en la playa y viceversa y en cuanto a las personas que viven en la ciudad cualquiera de las dos opciones les resultará placentera.

Quizá una de las medidas que debamos plantearnos además sea la distancia, pues una excesiva lejanía no nos permitirá disfrutarla con la asiduidad que nos apeteciera, incluida la de los fines de semana y a tener en cuenta será el cuidado de estas viviendas.

Tiende a hacerla cómoda, si el presupuesto te lo permite. Si es grande permitirá organizar o reunir a amigos o familiares con quien disfrutarla y si son casas típicas de las zonas por donde te vas a instalar, llámense torres, caserios, masías, parroquias o cortijos, aprovecha los materiales autóctonos aunque el interior lo distribuyas de manera más funcional y adaptando todas las comodidades para que vuestra estancia allí no se vea sometida a la esclavitud del mantenimiento, así si optas por jardines, escógelos de poca floración y a ser posible el primigenio de la zona.

Los muebles no tienen porque ser caros sin que por ello les restes categoría. Sí eres un manitas te vendrá de perlas aprovechar esa facilidad o casi diríamos ”don” que tienes para ponerte manos a la obra.

Las ideas miles para rebajar precios, desde sustituir los tradicionales sofás por bases de pladur y utilizar por cojines y respaldos colchonetas tapizadas o revestidas con telas, utilizar tarimas de madera para hacer la base de una cama,, utilizar tinajas para soportes de mesas tanto de comedor como de salón, cortinas en las que utilices gusanillos para ponerlas en las ventanas, económico y bonito, literas para los niños, sillas de tijera recubiertas de telas alegres, asequibles y fáciles de guardar, en fin deja volar la imaginación y no dejes de ir por los mercadillos de la zona. Ver consejos sobre como colocar los muebles en una casa.

Fantaseando, podemos imaginar que consigues comprar un terreno a buen precio(si eso todavía existe), pero ha dejado tus arcas vacías, solución: casas de madera prefabricadas que no necesitan permiso de obras para instalarlas por estar consideradas bienes muebles. Te asombrarían lo recoletas que resultan y, lo más importante: su precio.

Otra solución para parejas sin hijos o solitarios empedernidos: una caravana anclada y rodeada por una valla de madera con un jardincillo de tiestos, no es una idea muy en boga en España y otros países, pero se utiliza en Estados Unidos de modo muy habitual y, a buen seguro que te la puedes permitir.

Si optas por la playa y, dada la repercusión en la construcción del terreno (aparte la especulativa) en la vivienda, los precios se disparan y según zonas es todavía más sangrante o bien tienes las ideas muy claras y te decides por volver a hipotecarte a cambio de levantarte frente al mar o bien puedes elegir entre alquilar y seguir disfrutando del privilegio marítimo pero acomodándote al gusto de los dueños, que salvo excepciones no suelen invertir mucho en decoración.

Si eres de los primeros, aunque el estilo marinero es muy socorrido si no añades algún toque puede resultar muy tópico y por tanto la originalidad la tendrás que poner tú, buscando ese tono marinero sin caer en los excesos de siempre: rayas azules, conchas, nudos marineros, peces disecados etc.

Insistimos: busca tu estilo, pero ten en cuenta que esta segunda vivienda no te esclavice a la hora tanto de su limpieza como de su mantenimiento. Invierte en materiales y busca funcionalidad donde puedas sacar partido de los metros del inmueble.

La luz resulta completamente diferente en el norte a la del sur, así las maderas oscuras combinadas con tapizados en colores neutros aportan calidez y, tal vez sean más indicadas para las zonas norteñas donde el sol no ilumina tanto y, si además las combinas con muebles y accesorios patinados en blancos o beiges aportan un ambiente más luminoso.


En el sur, busca frescor en los colores que permitan un descanso a los tórridos rayos solares y tejidos livianos que permitan pasar la brisa y no den siquiera la sensación de calor. La luz ya la tienes en el exterior, reserva el interior del calor.


Ver también:
Decorar una cocina con poco presupuesto
Ideas para decorar un cuarto de baño
Fotos de telas e interiores: Tornasol, Plza de la Fregassa, 8, 03203 Elche, España

Decoración y cortinas

A la hora de colgar cortinas existen infinidad de posibilidades y elegirás aquella que favorezcan las expectativas que tengas tanto sobre la tela como sobre el espacio de que dispongas.

Si tienes amplios y altos ventanales pueden lucir largas cortinas que pendan de barras con terminados diferentes en óxido, negro, patinadas a juego con los colores de las paredes o del propio tejido rematándola con presillas y colocando bajo ellas una pieza de plástico que se cose a la tela para poder abrirlas fácilmente.

Si le está dando el sol continuamente no olvides que tendras que forrarlas para evitar que pierdan color.

Otra forma de vestir tus ventanas es la de poner doble barra de donde cuelguen las propias cortinas y unos visillos, pudiendo rematarlas con una galería entelada y finalizandola con diferentes formas, como en la de la fotografía en suaves ondas.


Un cortinero de obra estucado a juego con la pared te ayudará a esconder los anclajes de las propias cortinas.

Los propios remates de las escayolas separadas de las ventanas pueden perfectamente servir de adorno a la propia cortina y en función de tu gusto escogerlos lisos o con dibujos geométricos o florales.

Las trabillas pueden ser a base de nudos e incluso lazos si te apetece algo más informal sobre una barra de madera o hierro.


Consejillo: Sí tienes poco espacio en un dormitorio puedes usar de cabezal una barra y dos almohadillas tapizadas sujetas a la misma por trabillas a juego con las cortinas, barato y no ocupa sitio.