Montar un despacho en casa
Cómo crear la oficina ideal en casa
Independientemente de que siempre hayamos trabajado desde casa o que, de pronto, nos hayamos encontrado en esa situación, o que simplemente queramos un espacio para mantener en orden todos esos papeles y facturas que se acumulan en la cocina, una oficina en casa es un lugar cada vez más importante debido a nuestro modo de vida actual. Los más afortunados disponen ya de una habitación que utilizan como estudio; otros se las arreglan con la habitación de invitados. Pero otra posibilidad es crear un espacio en un armario o sustituir el cobertizo por una moderna oficina en casa.
Para Jane Hughes que ha trabajado desde casa durante ocho años, lo más importante es poner la oficina en donde estemos a gusto, con un buen ambiente, un asiento cómodo, etc.; pero siempre al estilo de la persona. También es importante mantener el espacio de trabajo limpio y ordenado y procurar que se encuentre en una zona de la casa alejada de toda distracción. "Yo he descubierto que trabajo mejor cuando la oficina está en la parte trasera de la casa, lejos de las distracciones de la calle, que siempre parece estar llena de gente feliz por no trabajar, especialmente en los días soleados", añade.
Para Nina Campbell, diseñadora de interiores, disponer de un amplio espacio de almacenamiento y estar alejada de toda distracción son factores fundamentales para el éxito de una oficina en casa. "Es necesario disponer de espacio de almacenamiento (estanterías y armarios), junto con un escritorio adecuado y una silla cómoda", señala. También recomienda pintar la habitación de colores relajantes (tonos crema neutros o azules y verdes).
En un armario: podemos aprovechar el espacio que queda bajo las escaleras para construir un escritorio rodeado de estantes (recordando que el vestíbulo debe continuar siendo lo suficientemente ancho para que pueda pasar gente); o un hueco que haya en la sala de estar: se le pueden poner puertas y colocar una balda ancha, a poder ser extensible, con unos cuantos estantes y una luz. Si la silla no cabe dentro, elegir una que combine con el resto de la decoración del salón y dejarla fuera junto a las puertas.
En caso de tener un armario empotrado en nuestra habitación, podemos quitar ropa que no usemos y poner un escritorio en su interior. Así, podremos cerrar la puerta del ordenador, lo cual es mucho mejor para dormir y para que nuestra habitación no tenga aspecto de oficina. Incluso podemos poner un escritorio triangular en una esquina de la cocina, habrá sitio suficiente para un portátil y utilizando algún armario pequeño colocado sobre él podremos acceder rápidamente a facturas y otros documentos.
En la habitación de invitados: es frecuente utilizar una habitación libre para guardar la tabla de planchar, tender la colada, alojar a los invitados y, además, como oficina (con suerte, no todo a la vez). La clave está en el almacenamiento: usar sofás cama, escritorios que se pliegan en mesas de centro, tendales que cuelgan del techo, etc. Para trabajadores a tiempo parcial, una mesilla bonita y un portátil pueden ser suficientes.
Un estudio: una habitación entera solo para trabajar, y probablemente siga siendo un lío, ya que tendemos a llenar todo el espacio del que disponemos. Si eso nos resulta familiar, es hora de que nos pasemos por una tienda para comprar elementos de almacenamiento. Hay que decidir lo que podemos clasificar como cosas de almacenamiento a largo plazo; colocar las carpetas y archivadores AZ en estanterías; y librar el mueble archivador. Colocar el escritorio donde realmente se desee, sin verse condicionado por la situación de los enchufes en la habitación, llamando un electricista en caso necesario.
En el jardín: no literalmente en el jardín, pero sí dentro de él. Puede ser desde en un cenador o cobertizo prefabricado a una verdadera construcción pequeña. Normalmente es legal construir una especie de galería adosada que dé al jardín para ganar una estancia, aunque conviene consultarlo antes. También conviene asegurarse de que quede perfectamente aislada, aunque cueste un poco más, e invertir en calefacción radial y doble ventanas, para poder utilizarla todo el año. Se puede colocar una claraboya en el techo para aprovechar la luz natural. Hay que asegurarse de que el cierre cumple con los requisitos del seguro del hogar e incluso estudiar la posibilidad de poner ventanas de seguridad en caso de disponer de un equipo caro.
Fuente: The Independent Interiors
Independientemente de que siempre hayamos trabajado desde casa o que, de pronto, nos hayamos encontrado en esa situación, o que simplemente queramos un espacio para mantener en orden todos esos papeles y facturas que se acumulan en la cocina, una oficina en casa es un lugar cada vez más importante debido a nuestro modo de vida actual. Los más afortunados disponen ya de una habitación que utilizan como estudio; otros se las arreglan con la habitación de invitados. Pero otra posibilidad es crear un espacio en un armario o sustituir el cobertizo por una moderna oficina en casa.
Para Jane Hughes que ha trabajado desde casa durante ocho años, lo más importante es poner la oficina en donde estemos a gusto, con un buen ambiente, un asiento cómodo, etc.; pero siempre al estilo de la persona. También es importante mantener el espacio de trabajo limpio y ordenado y procurar que se encuentre en una zona de la casa alejada de toda distracción. "Yo he descubierto que trabajo mejor cuando la oficina está en la parte trasera de la casa, lejos de las distracciones de la calle, que siempre parece estar llena de gente feliz por no trabajar, especialmente en los días soleados", añade.
Para Nina Campbell, diseñadora de interiores, disponer de un amplio espacio de almacenamiento y estar alejada de toda distracción son factores fundamentales para el éxito de una oficina en casa. "Es necesario disponer de espacio de almacenamiento (estanterías y armarios), junto con un escritorio adecuado y una silla cómoda", señala. También recomienda pintar la habitación de colores relajantes (tonos crema neutros o azules y verdes).
En un armario: podemos aprovechar el espacio que queda bajo las escaleras para construir un escritorio rodeado de estantes (recordando que el vestíbulo debe continuar siendo lo suficientemente ancho para que pueda pasar gente); o un hueco que haya en la sala de estar: se le pueden poner puertas y colocar una balda ancha, a poder ser extensible, con unos cuantos estantes y una luz. Si la silla no cabe dentro, elegir una que combine con el resto de la decoración del salón y dejarla fuera junto a las puertas.
En caso de tener un armario empotrado en nuestra habitación, podemos quitar ropa que no usemos y poner un escritorio en su interior. Así, podremos cerrar la puerta del ordenador, lo cual es mucho mejor para dormir y para que nuestra habitación no tenga aspecto de oficina. Incluso podemos poner un escritorio triangular en una esquina de la cocina, habrá sitio suficiente para un portátil y utilizando algún armario pequeño colocado sobre él podremos acceder rápidamente a facturas y otros documentos.
En la habitación de invitados: es frecuente utilizar una habitación libre para guardar la tabla de planchar, tender la colada, alojar a los invitados y, además, como oficina (con suerte, no todo a la vez). La clave está en el almacenamiento: usar sofás cama, escritorios que se pliegan en mesas de centro, tendales que cuelgan del techo, etc. Para trabajadores a tiempo parcial, una mesilla bonita y un portátil pueden ser suficientes.
Un estudio: una habitación entera solo para trabajar, y probablemente siga siendo un lío, ya que tendemos a llenar todo el espacio del que disponemos. Si eso nos resulta familiar, es hora de que nos pasemos por una tienda para comprar elementos de almacenamiento. Hay que decidir lo que podemos clasificar como cosas de almacenamiento a largo plazo; colocar las carpetas y archivadores AZ en estanterías; y librar el mueble archivador. Colocar el escritorio donde realmente se desee, sin verse condicionado por la situación de los enchufes en la habitación, llamando un electricista en caso necesario.
En el jardín: no literalmente en el jardín, pero sí dentro de él. Puede ser desde en un cenador o cobertizo prefabricado a una verdadera construcción pequeña. Normalmente es legal construir una especie de galería adosada que dé al jardín para ganar una estancia, aunque conviene consultarlo antes. También conviene asegurarse de que quede perfectamente aislada, aunque cueste un poco más, e invertir en calefacción radial y doble ventanas, para poder utilizarla todo el año. Se puede colocar una claraboya en el techo para aprovechar la luz natural. Hay que asegurarse de que el cierre cumple con los requisitos del seguro del hogar e incluso estudiar la posibilidad de poner ventanas de seguridad en caso de disponer de un equipo caro.
Fuente: The Independent Interiors
posted by Euroresidentes at 11:41 AM
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