Cómo poner orden en el hogar
1. Realizar una búsqueda periódica de trastos: recorrer la casa cada mes y reunir todo los que se puede tirar (desde muebles rotos hasta bolsas de plástico, listas, papeles....). Clasificar en reciclable y tirar según. Si logra hacerlo con regularidad será fácil mantener el nivel de trastos bajo control y cada vez que lo haga, menos trastos encontrará.
2. Crear soluciones de almacenamiento necesarias: si no tenemos un sitio para colocar una cosa o grupo de cosas, acabarán acumulándose en distintos sitios, creando sensación de caos en el hogar. La solución puede ser tan simple como buscar un lugar para el correo entrante, tener un lugar para guardar las revistas, reservar una estantería para los libros o fijar un centro de reciclaje. La regla es crear espacios para “objetos similares a...”. De ese modo, no tendremos dudas sobre dónde colocar algo (y dónde encontrarlo).
3. Elegir soluciones de almacenamiento eficaces: tener un sitio para guardar las cosas no es suficiente, también es necesario encontrar modos de maximizar el espacio sin sobrecargarlo. Utilizar cajones y archivadores de CDs en lugar de apilarlos en estantes. Crear cubículos de almacenamiento en el espacio libre de armarios. Utilizar la imaginación para encontrar modos de organizar las cosas de la manera más eficaz (ahorrando espacio), abarrotando lo menos posible el área habitable, de ese modo será más fácil limpiar y arreglárselas.
4. Si nos quedamos sin espacio: si nuestras soluciones de almacenamiento son adecuadas pero empiezan a estar abarrotadas, es hora de clasificar y tirar para no acumular. Acumular implica la necesidad de más espacio, así que cuando un estante empieza a estar muy lleno y no caben más libros es hora de filtrar. Si la caja de los juguetes ya no cierra hay que tirar - o regalar si todavía sirven - los que ya no se utilizan. Y lo mismo sucede con armarios, lejas y cajones llenos: hay que donar o tirar lo que sobra.
5. Dedicar los minutos libres a limpiar y despejar zonas con regularidad: llenar un cajón de cosas que no se usan mientras se hablamos por teléfono o mientras vemos la televisión, realizar tareas de cinco minutos mientras esperamos a que se haga la cena, etc.
6. Revisar el contenido de armarios y vestidores cada estación: antes de añadir nuevas prendas de ropa para la próxima temporada, seleccionar y tirar las que estén demasiado usadas y regalar las que ya no nos sirvan porque estén pasadas de moda. Hacer lo mismo con la mantelería, las toallas, etc.; que estén gastadas antes comprar otras nuevas. Y si están gastadas, a reciclar o donar.
7. Limpieza diaria de los lugares más frecuentados del hogar: una de las habitaciones en las que pasamos tiempo es el salón y por tanto, debe ser una de las zonas más limpias y despejadas. Si lo arreglamos antes de subir a dormir, lo agradeceremos por la mañana. También la cocina y los baños. Se pueden repartir las funciones entre la familia para que cada día cada uno arregle un espacio distinto. Esto ayudará a crear conciencia entre los más pequeños para que no ensucien tanto.
8. Contrastar lo “necesario” con los “quiero y no puedo”: meter todos los utensilios de cocina en una caja y, a continuación, ir pasándolos a un cajón o estante a medida que los vayamos utilizando. Después de un mes o dos, tirar lo que todavía continúe en la caja. Se puede hacer lo mismo con todo tipo de cosas: juguetes, ropa, recipientes, etc.
9. Controlar los impulsos de comprar: gran parte de la culpa de tener una casa desordenada y llena de cosas que no necesitamos está en que acumulamos demasiadas tonterías. Probar a elaborar una lista de las cosas que deseamos para ayudar frenar el impulso de comprar cosas innecesarias. Cuantas menos cosas entren en la casa menos habrá que organizar y limpiar.
10. Desarrollar nuevos hábitos: si la casa está fuera de control, es hora de desarrollar nuevos hábitos. Intentar dominar regularmente una nueva regla de limpieza y organización. Una vez que la hayamos implementado con éxito en nuestra vida diaria, elegir otra y añadirla a nuestra rutina. Podemos intentar mantener el fregadero limpio todas las noches para mantener la motivación o limpiar la nevera 10 minutos al día, etc. Buscar nuevas formas de gestionar los “puntos negros” de nuestra casa y animar al resto de la familia a hacer lo mismo. De ese modo, la casa estará más ordenada a medida que vaya pasando el tiempo. Ver también Mantenimiento de casa
Ideas ampliadas de este artículo original de Tipnut
2. Crear soluciones de almacenamiento necesarias: si no tenemos un sitio para colocar una cosa o grupo de cosas, acabarán acumulándose en distintos sitios, creando sensación de caos en el hogar. La solución puede ser tan simple como buscar un lugar para el correo entrante, tener un lugar para guardar las revistas, reservar una estantería para los libros o fijar un centro de reciclaje. La regla es crear espacios para “objetos similares a...”. De ese modo, no tendremos dudas sobre dónde colocar algo (y dónde encontrarlo).
3. Elegir soluciones de almacenamiento eficaces: tener un sitio para guardar las cosas no es suficiente, también es necesario encontrar modos de maximizar el espacio sin sobrecargarlo. Utilizar cajones y archivadores de CDs en lugar de apilarlos en estantes. Crear cubículos de almacenamiento en el espacio libre de armarios. Utilizar la imaginación para encontrar modos de organizar las cosas de la manera más eficaz (ahorrando espacio), abarrotando lo menos posible el área habitable, de ese modo será más fácil limpiar y arreglárselas.
4. Si nos quedamos sin espacio: si nuestras soluciones de almacenamiento son adecuadas pero empiezan a estar abarrotadas, es hora de clasificar y tirar para no acumular. Acumular implica la necesidad de más espacio, así que cuando un estante empieza a estar muy lleno y no caben más libros es hora de filtrar. Si la caja de los juguetes ya no cierra hay que tirar - o regalar si todavía sirven - los que ya no se utilizan. Y lo mismo sucede con armarios, lejas y cajones llenos: hay que donar o tirar lo que sobra.
5. Dedicar los minutos libres a limpiar y despejar zonas con regularidad: llenar un cajón de cosas que no se usan mientras se hablamos por teléfono o mientras vemos la televisión, realizar tareas de cinco minutos mientras esperamos a que se haga la cena, etc.
6. Revisar el contenido de armarios y vestidores cada estación: antes de añadir nuevas prendas de ropa para la próxima temporada, seleccionar y tirar las que estén demasiado usadas y regalar las que ya no nos sirvan porque estén pasadas de moda. Hacer lo mismo con la mantelería, las toallas, etc.; que estén gastadas antes comprar otras nuevas. Y si están gastadas, a reciclar o donar.
7. Limpieza diaria de los lugares más frecuentados del hogar: una de las habitaciones en las que pasamos tiempo es el salón y por tanto, debe ser una de las zonas más limpias y despejadas. Si lo arreglamos antes de subir a dormir, lo agradeceremos por la mañana. También la cocina y los baños. Se pueden repartir las funciones entre la familia para que cada día cada uno arregle un espacio distinto. Esto ayudará a crear conciencia entre los más pequeños para que no ensucien tanto.
8. Contrastar lo “necesario” con los “quiero y no puedo”: meter todos los utensilios de cocina en una caja y, a continuación, ir pasándolos a un cajón o estante a medida que los vayamos utilizando. Después de un mes o dos, tirar lo que todavía continúe en la caja. Se puede hacer lo mismo con todo tipo de cosas: juguetes, ropa, recipientes, etc.
9. Controlar los impulsos de comprar: gran parte de la culpa de tener una casa desordenada y llena de cosas que no necesitamos está en que acumulamos demasiadas tonterías. Probar a elaborar una lista de las cosas que deseamos para ayudar frenar el impulso de comprar cosas innecesarias. Cuantas menos cosas entren en la casa menos habrá que organizar y limpiar.
10. Desarrollar nuevos hábitos: si la casa está fuera de control, es hora de desarrollar nuevos hábitos. Intentar dominar regularmente una nueva regla de limpieza y organización. Una vez que la hayamos implementado con éxito en nuestra vida diaria, elegir otra y añadirla a nuestra rutina. Podemos intentar mantener el fregadero limpio todas las noches para mantener la motivación o limpiar la nevera 10 minutos al día, etc. Buscar nuevas formas de gestionar los “puntos negros” de nuestra casa y animar al resto de la familia a hacer lo mismo. De ese modo, la casa estará más ordenada a medida que vaya pasando el tiempo. Ver también Mantenimiento de casa
Ideas ampliadas de este artículo original de Tipnut
posted by Euroresidentes at 4:04 PM
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