Remedios caseros para la gripe
Aunque no hay verdaderas "curas" para la gripe, hay algunos remedios naturales contra la gripe que parecen "cortocircuitar" el virus y minimizar o incluso eliminar sus síntomas. En su mayoría, todos funcionan si se utilizan inmediatamente cuando aparece la gripe, es decir, en las primeras horas tan pronto como sentimos que podemos estar a punto de caer enfermos.
Peróxido de hidrógeno: hay pruebas de que el virus de la gripe entra realmente en el cuerpo a través de los conductos del oído. Muchos naturistas recomiendan poner unas gotas de peróxido de hidrógeno en cada oreja dejando pasar unas horas entre cada aplicación, tan pronto como aparezcan los síntomas. Esto elimina el virus antes de que tenga tiempo de multiplicarse y extenderse por el cuerpo.
Plata coloidal: la plata coloidal es un potente antibiótico natural y antiviral. Parece desactivar la enzima que las bacterias dañinas y los virus necesitan para sobrevivir en el cuerpo humano, eliminándolos con relativa rapidez, especialmente cuando se utiliza tan pronto como aparecen los síntomas.
Baya del saúco: la baya del saúco es un potente antioxidante y se ha utilizado para combatir enfermedades desde hace siglos. Estudios recientes indican que puede tener potentes propiedades antivirales y que refuerza el sistema inmunológico. Algunas personas utilizan el extracto de baya del saúco para acortar considerablemente la duración de la gripe.
Sonarse a menudo y del modo adecuado: Cuando se tiene un resfriado, es importante sonarse con frecuencia en lugar de sorber los mocos hacia adentro. Pero si nos sonamos con demasiada fuerza, la presión puede producirnos dolor de oídos. El mejor modo de sonarse es presionar con un dedo sobre una ventana de la nariz y sonarse suavemente para despejar la otra. Lavarse las manos después de sonarse.
Acostarse: descansar cuando se cae enfermo de un resfriado o una gripe ayuda al cuerpo a dirigir la energía hacia la donde lucha el sistema inmunológico.
Hacer gárgaras: las gárgaras pueden humedecer una garganta irritada y proporcionar un alivio temporal. Probar con una cucharilla de sal disuelta en agua caliente, cuatro veces al día. Para reducir el cosquilleo en la garganta, probar a hacer gárgaras con un astringente (como el té, que contiene taninos) para tensar las membranas. O preparar una gárgaras espesas y viscosas hechas con miel. Dejar macerar una cucharada de hojas de frambruesa o jugo de limón en dos tazas de agua caliente; mezclar con una cucharada de miel. Dejar que la mezcla enfríe a temperatura ambiente antes de hacer las gárgaras. No se debe dar miel a los niños de menos de un año.
Beber líquidos calientes: los líquidos calientes alivian la congestión nasal, ayudan a prevenir la deshidratación y pueden calmar la molesta inflamación de las membranas que alinean la nariz y la garganta.
Darse una ducha de vapor: las duchas de vapor humidifican las vías nasales y son relajantes. En caso de estar mareado por la gripe, podemos poner en marcha la ducha de vapor mientras nos sentamos en una silla junto a ella y bañarnos con una esponja.
Utilizar un bálsamo para la nariz: una pequeña aplicación de bálsamo mentolado bajo la nariz puede despejar las vías respiratorias y ayuda a calmar la irritación de la piel en la base de la nariz. Tanto el mentol como el eucalipto y el cánfor tienen ingredientes que ayudan a calmar el dolor.
Aplicar bolsas de calor o frío sobre los senos congestionados: cualquiera de las dos temperaturas puede ayudarnos a sentirnos mejor. Podemos comprar bolsas de calor y frío reutilizables en las tiendas o hacerlas nosotros mismos. Calentar un paño húmedo durante 55 segundos en el microondas (probar la temperatura antes para ver que sea adecuada para nosotros); o utilizar una bolsa de guisantes congelados como bolsa de frío.
Dormir con una almohada extra bajo la cabeza: esto ayudará con el drenaje de las vías nasales. Si el ángulo es demasiado molesto, probar a poner las almohadas entre el colchón y el somier para crear una pendiente más gradual.
Es importante recordar que algunas enfermedades graves se pueden confundir con los síntomas de un resfriado o gripe, y que cualquier infección puede evolucionar hacia algo más grave, por lo que si notamos unos síntomas severos o empeoramos con el paso de los días, se debe que acudir al médico.