Remedios para rinitis alérgica
La fiebre del heno, denominada también rinitis alérgica, es una reacción alérgica al polen. Cuando las partículas de polen aerotransportadas se introducen en la nariz, garganta y vías respiratorias, estimulan la producción de histaminas y éstas, a su vez, producen los síntomas asociados con la fiebre del heno, como picor de ojos y moqueo de nariz. (Foto de Flickr)
Los que la padecen se ven más afectados durante los meses de verano, cuando el recuento de polen (cantidad de polen en la atmósfera) es más elevado, aunque la severidad de los síntomas varía de unas personas a otras.
Las personas que padecen alergia al pólen también pueden responder de forma distinta a los tratamientos, en función de la intensidad de sus síntomas, pero según Barry Kay, Profesor Emérito de Alergias e Inmunología Clínica del Imperial College, de Londres, los tratamientos más eficaces para esta dolencia son: evitar los alérgenos, usar medicamentos para la alergia (pastillas de antihistamínicos y sprays nasales con esteroides) y la inmunoterapia.
Medidas simples: mantener las ventanas cerradas y evitar secar la colada en el exterior; usar aire acondicionado en el coche e invertir en un filtro de aire para el hogar; utilizar gafas de sol envolventes y poner vaselina bajo las ventanas de la nariz para atrapar el polen antes de inhalarlo. Las gotas para los ojos son muy eficaces contra el picor de ojos. El Profesor Kay recomienda un protector nasal (www.nasalairguard.com) para los que no puedan tomar medicamentos, como las embarazadas.
Píldoras: los antihistamínicos pueden calmar considerablemente los síntomas, pero según Stephen Durham, Profesor de medicina respiratoria y alergias en el Hospital Royal Brompton, de Londres, y Presidente de la British Society for Allergy and Clinical Immunology, las personas que padece fiebre del heno deberían evitar los tratamientos que contienen el principio activo clorofenamina: “causa una fuerte sedación en una cantidad importante de pacientes y, en mi opinión de profesional, se debería prohibir como tratamiento para la fiebre del heno”. Algunos de los tratamientos más eficaces según él son: los que contienen Loratadina, como Clarityn, que afirma es “muy eficaz y tiene la ventaja de que no produce somnolencia”; los que contienen Cetirizina, como Zirtek, “más eficaz que Clarityn, pero con un ligero riesgo de de somnolencia, que afecta a alrededor del 5-10% de los usuarios”; y los que contienen Acrivastina, como Benadryl, “un tratamiento eficaz que no produce somnolencia”.
Sprays nasales: los sprays nasales con esteroides, como Beconase o Flixonase, han demostrado ser más eficaces que los antihistamínicos, señala el Profesor Durham. Lo ideal es que las personas que padecen fiebre del heno inicien el tratamiento antes de que empiece la estación del polen. “De ese modo el spray no agravará los síntomas existentes y, entre tres o cuatro días, será muy eficaz”.
El coste: algunas personas gastan bastante dinero al mes en productos para la fiebre del heno. El Profesor Durham recomienda mirar los principios activos de los medicamentos, ya que a menudo hay versiones genéricas mucho más baratas.
Fuente: The Independent
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