Como planificar la luna de miel perfecta
1. Utilizar una agencia de viajes. Las agencias raramente cobran por sus servicios y gracias a su experiencia y sistemas informatizados, las buenas agencias de viaje casi siempre logran ahorrar a sus clientes dinero y tiempo.
2. Empezar a planear con antelación. Cuanto antes mejor. De ese modo, tendremos mucho tiempo para investigar sobre el viaje. En realidad eso forma parte de la diversión y así podremos conseguir exactamente lo que queremos (en algunos sitios hay que reservar hasta con un año de antelación en determinadas fechas).
3. Compartir la planificación. Después de todo, la luna de miel es para los dos. Si uno toma todas las decisiones se sentirá culpable en caso de que algo no salga perfecto. Del mismo modo, si uno de los dos no participa en la organización, puede acabar descontento.
4. Establecer un presupuesto provisional. Hablar sobre las expectativas y prioridades de cada uno para llegar a un acuerdo antes de decidir en qué derrochar y en qué escatimar. De ese modo, no habrá discusiones por cuestiones económicas en pleno viaje. Sugerencia: no escatimar en el alojamiento. Aunque pensemos que no vamos a pasar mucho tiempo en la habitación, probablemente nos arrepentiremos si no es especial.
5. Tomárselo con calma, especialmente los primeros días, para recuperarse del agotamiento postboda y centrarse el uno en el otro. No intentar hacer demasiadas cosas, hay que recordar que tendremos muchas oportunidades de viajar juntos, pero solo una luna de miel.
6. Aprovechar la información gratuita. Llamar al consejo de turismo del lugar de destino; muchos tienen página Web y números de teléfono gratuitos en donde consultar información de hoteles, restaurantes, actividades, etc. Algunos ofrecen incluso libros con cupones de descuento.
7. Comprar la luna de miel a través de una agencia de viajes u operador turístico. Las parejas que lo hacen así reciben de media un regalo de unos 350-700€ del coste total del viaje, algo que realmente marca una diferencia.
8. Ponerle sentido del humor. Un poco de flexibilidad es importante en una luna de miel. Hay que contar con que las cosas no siempre salen como hemos planeado. En ese caso, deberemos hacer lo posible para resolver la situación, luego relajarnos y disfrutar del viaje. Probablemente, dentro de unos años o incluso unas horas, nos reiremos al recordarlo.
9. Decir a todo el mundo que somos recién casados. No mostrarse tímidos con el nuevo estatus; es probable que al decirlo obtengamos cierto trato especial, como el obsequio de una botella de champán a bordo o una cesta de regalo en la habitación.
Fuente: All Wedding Ideas
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