COMENTARIOS SOBRE UNA PROVOCACIÓN
Mi estimado compañero:
Hoy me gustaría transmitirte mi comentario a propósito de un artículo que aun no ha perdido la frescura de la actualidad . Es la ventaja de tener un Blog. Teniéndolo a tu alcance actúas con libertad y, como no dependes de ninguna fuerza oculta que te condicione, salvo tu propia conciencia, escribes y te quedas tranquilo. Es la mejor paga que puedes recibir, te lo juro.
Pues bien: Resulta que la semana pasada y en EL SEMANAL (nº 978 del 23 al 29 de julio-07) que acompaña a varios periódico el domingo, el ilustre Carlos Herrera escribió sobre “La clase de Zidane”.
Herrera es un hombre que pertenece a lo que yo llamo el“ clan de los intocables” del que algún día te hablaré, y a quien sigo, esporádicamente, ahora en su Onda Cero. Y yo, como tantos otros, soy testigo de su crecimiento en arrogancia, zigzagueo político y, últimamente de su inigualable atrevimiento a opinar sobre todo lo divino y lo humano. Y es que este Señor sabe de todo. Y a mí me parece bien que si sabe de todo y tiene a diario un altavoz, que llega a todos los rincones, opine de lo que le venga en gana. Pero si bien en sus opiniones políticas puede alinearse con quien mejor le acoja, (algo muy discutible en una profesión en la que la independencia y objetividad de lo que se informa se tiene como cualidad imprescindible) no es de recibo que a través de sus comentarios, a los que tiene el mismo derecho que yo, descalifique a los que no piensan como él.
Cosa que no sólo practica a diario sino que además lo hace, y con cajas destempladas, al contestar a algún oyente que, con la mejor intención y haciendo uso de su libertad , discrepa del Sr.Herrera. Será por eso o porque funciona el sistema de filtros, lo cierto es que el oyente que sale a las ondas en un 90% alaba y adora a Carlos, como le llaman sus parroquianos.
En su escrito sobre Zidanne Carlos Herrera opina, como yo, que técnicamente ha sido un jugador excepcional, que le ha dado una dimensión de belleza a su juego inigualable y que es un” figura” que permanecerá en la memoria de los amantes del fútbol durante muchos años. Lo compara con los personajes históricos y lo pone, ahí no opino porque no sé tanto, en la cima más alta.
En cambio se pasa bastante en frases como “ha hecho del fútbol una de las bellas artes” ó “Tener clase es ir vestido de futbolista y parecer que estás jugando con chaqué”. (sic)
Olvida que todos vemos el fútbol y sabemos de las marrullerías, empujones, zancadillas piscinazos, quejas de muerte para que el contrario sea penalizado, etc. etc.
Y tener clase, opino es ser sobre todo limpio, transparente y honrado. Se tenga o se vista uno de chaqué o vaya de prestado. Y Zidanne, a quien admiro como futbolista, ha utilizado muchas, muchísimas veces, esas artimañas ratoneras que forman parte integrante del fútbol. Mejor dicho, de las miserias que componen el juego futbolístico Lo hemos visto todos a traves de sus partidos, lo que ocurre es que de eso no se habla.
En cuanto al tristísimo y célebre cabezazo al pecho del contrario, que todo el mundo vio, comenta:
“....pero no debemos quedarnos en un arranque rabioso ante las provocaciones de un italiano marrullero.” Pues mire Ud. yo sí me quedo. Todo juego reglado tiene su “fair play”. Algo muy difícil de conseguir pero fundamental en todo deporte. Y ser deportista completo, ejemplar y excepcional, lleva consigo aguantar, sufrir, hacer oídos sordos e incluso perdonar. Todas las semanas vemos durante los partidos agresiones, patadones injustificados o insultos. Y también todas las semanas disfrutamos del apretón de manos, el abrazo y el aquí no ha pasado nada. Y esto ocurre simplemente entre deportistas sean o no famosos Ahí está la grandeza del deporte.
Pero después del último partido de un Mundial que vieron millones de espectadores no se puede otorgar un premio, que presupone una acción excepcional y ejemplar a quien propinó una descarada agresión física como respuesta a una provocación de palabra, aunque ésta venga de un “italiano marrullero” La generación de mis nietos no lo perdonarían.
Sigo pensando, querido amigo, que Zinedine Zidanne, es uno de los grandes que debe pasar a la historia por su bellísimo juego y su depurada y elegante técnica pero no como deportista ejemplar.
Y como esto no se lo diré a Carlos Herrera en la radio me evitaré una bronca por pensar de modo distinto al del Señor de las Ondas.
Oye, que a lo mejor él tiene razón. Pues con su pan se lo coma y todos tan contentos. ¡Así es de “chula” la libertad!
Hasta otro día, amigo..
Hoy me gustaría transmitirte mi comentario a propósito de un artículo que aun no ha perdido la frescura de la actualidad . Es la ventaja de tener un Blog. Teniéndolo a tu alcance actúas con libertad y, como no dependes de ninguna fuerza oculta que te condicione, salvo tu propia conciencia, escribes y te quedas tranquilo. Es la mejor paga que puedes recibir, te lo juro.
Pues bien: Resulta que la semana pasada y en EL SEMANAL (nº 978 del 23 al 29 de julio-07) que acompaña a varios periódico el domingo, el ilustre Carlos Herrera escribió sobre “La clase de Zidane”.
Herrera es un hombre que pertenece a lo que yo llamo el“ clan de los intocables” del que algún día te hablaré, y a quien sigo, esporádicamente, ahora en su Onda Cero. Y yo, como tantos otros, soy testigo de su crecimiento en arrogancia, zigzagueo político y, últimamente de su inigualable atrevimiento a opinar sobre todo lo divino y lo humano. Y es que este Señor sabe de todo. Y a mí me parece bien que si sabe de todo y tiene a diario un altavoz, que llega a todos los rincones, opine de lo que le venga en gana. Pero si bien en sus opiniones políticas puede alinearse con quien mejor le acoja, (algo muy discutible en una profesión en la que la independencia y objetividad de lo que se informa se tiene como cualidad imprescindible) no es de recibo que a través de sus comentarios, a los que tiene el mismo derecho que yo, descalifique a los que no piensan como él.
Cosa que no sólo practica a diario sino que además lo hace, y con cajas destempladas, al contestar a algún oyente que, con la mejor intención y haciendo uso de su libertad , discrepa del Sr.Herrera. Será por eso o porque funciona el sistema de filtros, lo cierto es que el oyente que sale a las ondas en un 90% alaba y adora a Carlos, como le llaman sus parroquianos.
En su escrito sobre Zidanne Carlos Herrera opina, como yo, que técnicamente ha sido un jugador excepcional, que le ha dado una dimensión de belleza a su juego inigualable y que es un” figura” que permanecerá en la memoria de los amantes del fútbol durante muchos años. Lo compara con los personajes históricos y lo pone, ahí no opino porque no sé tanto, en la cima más alta.
En cambio se pasa bastante en frases como “ha hecho del fútbol una de las bellas artes” ó “Tener clase es ir vestido de futbolista y parecer que estás jugando con chaqué”. (sic)
Olvida que todos vemos el fútbol y sabemos de las marrullerías, empujones, zancadillas piscinazos, quejas de muerte para que el contrario sea penalizado, etc. etc.
Y tener clase, opino es ser sobre todo limpio, transparente y honrado. Se tenga o se vista uno de chaqué o vaya de prestado. Y Zidanne, a quien admiro como futbolista, ha utilizado muchas, muchísimas veces, esas artimañas ratoneras que forman parte integrante del fútbol. Mejor dicho, de las miserias que componen el juego futbolístico Lo hemos visto todos a traves de sus partidos, lo que ocurre es que de eso no se habla.
En cuanto al tristísimo y célebre cabezazo al pecho del contrario, que todo el mundo vio, comenta:
“....pero no debemos quedarnos en un arranque rabioso ante las provocaciones de un italiano marrullero.” Pues mire Ud. yo sí me quedo. Todo juego reglado tiene su “fair play”. Algo muy difícil de conseguir pero fundamental en todo deporte. Y ser deportista completo, ejemplar y excepcional, lleva consigo aguantar, sufrir, hacer oídos sordos e incluso perdonar. Todas las semanas vemos durante los partidos agresiones, patadones injustificados o insultos. Y también todas las semanas disfrutamos del apretón de manos, el abrazo y el aquí no ha pasado nada. Y esto ocurre simplemente entre deportistas sean o no famosos Ahí está la grandeza del deporte.
Pero después del último partido de un Mundial que vieron millones de espectadores no se puede otorgar un premio, que presupone una acción excepcional y ejemplar a quien propinó una descarada agresión física como respuesta a una provocación de palabra, aunque ésta venga de un “italiano marrullero” La generación de mis nietos no lo perdonarían.
Sigo pensando, querido amigo, que Zinedine Zidanne, es uno de los grandes que debe pasar a la historia por su bellísimo juego y su depurada y elegante técnica pero no como deportista ejemplar.
Y como esto no se lo diré a Carlos Herrera en la radio me evitaré una bronca por pensar de modo distinto al del Señor de las Ondas.
Oye, que a lo mejor él tiene razón. Pues con su pan se lo coma y todos tan contentos. ¡Así es de “chula” la libertad!
Hasta otro día, amigo..