Prueba para medir la resistencia al cáncer de mama
Una prueba genética podría algún día identificar a los pacientes de cáncer de mama con mayor riesgo de recaída después de haber sido tratados con una potente quimioterapia de uso común. El hallazgo podría evitar a los pacientes los efectos secundarios de un medicamento destinado al fracaso.
Los científicos creen ahora que la clave sobre porqué una droga puede ser eficaz en algunos pacientes y no en otros podría estar en las propiedades moleculares de los pacientes y sus tumores. De ser así, eso permitiría elegir el tipo de tratamiento más adecuado para cada persona.
El equipo del Dana-Farber Cancer Institute, de Boston, Massachusetts, escaneó el código genético de los tumores de mujeres que se habían sometido a tratamiento en busca de diferencias que pudiesen explicar los distintos resultados, centrándose en una sola clase de fármacos, llamados antraciclinas.
En su estudio encontraron una pequeña región en un cromosoma individual y, en su interior, dos genes que parecían ser inusualmente activos en tumores resistentes a los fármacos. Cuando se realizaron controles en muestras de 85 mujeres, aquellas con unos niveles elevados de actividad en estos dos genes fueron las que peores resultados mostraron una vez tratadas con antraciclinas.
Según el Dr. Eric Winer, director del Breast Oncology Center de Dana-Farber: "Si bien este trabajo sigue siendo preliminar, en última instancia, nos puede ayudar a utilizar las antraciclinas de una manera mucho más reflexiva y nos permite una mayor capacidad para personalizar los tratamientos para el cáncer de mama en función del tumor y el paciente".
Mayor información: BBC Health
Los científicos creen ahora que la clave sobre porqué una droga puede ser eficaz en algunos pacientes y no en otros podría estar en las propiedades moleculares de los pacientes y sus tumores. De ser así, eso permitiría elegir el tipo de tratamiento más adecuado para cada persona.
El equipo del Dana-Farber Cancer Institute, de Boston, Massachusetts, escaneó el código genético de los tumores de mujeres que se habían sometido a tratamiento en busca de diferencias que pudiesen explicar los distintos resultados, centrándose en una sola clase de fármacos, llamados antraciclinas.
En su estudio encontraron una pequeña región en un cromosoma individual y, en su interior, dos genes que parecían ser inusualmente activos en tumores resistentes a los fármacos. Cuando se realizaron controles en muestras de 85 mujeres, aquellas con unos niveles elevados de actividad en estos dos genes fueron las que peores resultados mostraron una vez tratadas con antraciclinas.
Según el Dr. Eric Winer, director del Breast Oncology Center de Dana-Farber: "Si bien este trabajo sigue siendo preliminar, en última instancia, nos puede ayudar a utilizar las antraciclinas de una manera mucho más reflexiva y nos permite una mayor capacidad para personalizar los tratamientos para el cáncer de mama en función del tumor y el paciente".
Mayor información: BBC Health