Aviones robóticos que recogen datos climáticos
Por primera vez, la NASA ha empezado a utilizar un avión no tripulado y equipado con instrumentos científicos para observar la atmósfera de la Tierra con más detalle. La agencia se ha asociado con Northrop Grumman para equipar tres aviones, llamados Global Hawks y que fueron entregados a la NASA por las fuerzas aéreas estadounidenses. A diferencia de los aviones tripulados equipados con instrumentos de observación de la Tierra, los Global Hawks pueden volar hasta 30 horas y recorrer distancias más largas y a elevadas altitudes; también pueden reunir datos más precisos que los satélites y se pueden emplazar para vigilar una zona durante largos períodos de tiempo.
"Hay ciertos tipos de datos atmosféricos y de ciencias de la tierra que nos estamos perdiendo, a pesar de tener cosas como satélites, aeronaves tripuladas y redes basadas en superficie", señala Robbie Hood, directora del programa de sistemas aéreos no tripulados de la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA). NOAA ha llegado a un acuerdo con la NASA para ayudarles a construir los instrumentos científicos y orientarlos en las misiones científicas de los Global Hawks. Hood evaluará las aeronaves para determinar cómo se podría mejorar su uso. Por ejemplo, según ella, podrían sobrevolar un huracán para monitorizar sus cambios de intensidad o sobrevolar el Ártico para hacer un seguimiento más detallado de los cambios en el hielo marino.
La primera misión de los Global Hawks se puso en marcha la semana pasada; en ella, una aeronave voló desde el Dryden Flight Research Center de la NASA hasta la Base Aérea Edwards en California sobrevolando el Océano Pacífico. Los científicos del proyecto enviarán aproximadamente un vuelo por semana hasta finales de abril. El avión no tripulado está equipado con 11 instrumentos diferentes para realizar mediciones y elaborar un mapa de aerosoles y gases en la atmósfera, elaborar un perfil de las nubes y reunir datos meteorológicos tales como temperaturas, vientos y presiones. También cuenta con cámaras de alta definición para obtener una imagen de los colores del océano.
Fuente: Technology Review
"Hay ciertos tipos de datos atmosféricos y de ciencias de la tierra que nos estamos perdiendo, a pesar de tener cosas como satélites, aeronaves tripuladas y redes basadas en superficie", señala Robbie Hood, directora del programa de sistemas aéreos no tripulados de la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA). NOAA ha llegado a un acuerdo con la NASA para ayudarles a construir los instrumentos científicos y orientarlos en las misiones científicas de los Global Hawks. Hood evaluará las aeronaves para determinar cómo se podría mejorar su uso. Por ejemplo, según ella, podrían sobrevolar un huracán para monitorizar sus cambios de intensidad o sobrevolar el Ártico para hacer un seguimiento más detallado de los cambios en el hielo marino.
La primera misión de los Global Hawks se puso en marcha la semana pasada; en ella, una aeronave voló desde el Dryden Flight Research Center de la NASA hasta la Base Aérea Edwards en California sobrevolando el Océano Pacífico. Los científicos del proyecto enviarán aproximadamente un vuelo por semana hasta finales de abril. El avión no tripulado está equipado con 11 instrumentos diferentes para realizar mediciones y elaborar un mapa de aerosoles y gases en la atmósfera, elaborar un perfil de las nubes y reunir datos meteorológicos tales como temperaturas, vientos y presiones. También cuenta con cámaras de alta definición para obtener una imagen de los colores del océano.
Fuente: Technology Review
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