Píldora para ponerse en forma
Científicos estadounidenses están desarrollando una píldora que proporciona los beneficios del ejercicio sin necesidad de mover ni un músculo. La revista Cell señala que los investigadores han encontrado dos posibles fármacos capaces de desarrollar los músculos, incrementar la resistencia e incluso quemar grasas.
En pruebas realizadas con ratones, estos fueron capaces de correr un 44% más, lo que sugiere que los humanos podrían hacer lo mismo sin necesidad de un entrenamiento previo. El descubrimiento de estos fármacos ha originado bastante controversia, por el temor de que se pueda hacer un mal uso de ellos en el mundo del deporte.
Por ello, el autor principal del estudio, el Profesor Ronald Evans, del Howard Hughes Medical Institute y el Salk Institute de California, ha desarrollado un test que permite detectar estos fármacos tanto en la sangre como en la orina de los deportistas.
Los dos fármacos, denominados AICAR y GW1516, parecen tener un efecto sobre un gen implicado en el desarrollo y la regulación de los músculos. Este "gen maestro" (PPAR-delta) tiene la capacidad de controlar la actividad de muchos otros genes, por lo que realizar en él algunos ajustes podría tener un vasto efecto en el modo de funcionamiento del cuerpo.
Una alteración genética de los ratones para potenciar la actividad del gen condujo al desarrollo de la musculatura que pasó a ser más propensa a quemar grasas que azúcares. También convirtió a los ratones en verdaderos “ratones maratonianos”, capaces de correr mucho más en la rueda.
El siguiente paso era conseguir el mismo efecto utilizando un fármaco, en lugar de una alteración genética. La primera versión, una píldora denominada GW1516, quemaba grasas, pero no produjo ningún cambio en el rendimiento durante el ejercicio hasta el equipo empezó a entrenar a los ratones con largas sesiones en la rueda. Al final de una de estas series, los ratones que habían tomado el fármaco lograron correr un 77% más que los que se habían entrenado sin tomar la pastilla.
El último fármaco, denominado AICAR, va un paso más allá encontrando un modo distinto de actuar sobre el mismo mecanismo celular de la musculatura. En esta ocasión, los ratones no necesitaron entrenar y, cuando llevaban tan solo cuatro semanas tomando el fármaco, corrieron un 44% más en la rueda sin haber realizado ningún ejercicio previo.
Según Evans, ambos fármacos podrían finalmente ayudar a combatir enfermedades que conllevan un deterioro muscular o bien mejorar los beneficios para la salud del ejercicio en personas con riesgo de padecer enfermedades como la diabetes.
Fuente: BBC Health
En pruebas realizadas con ratones, estos fueron capaces de correr un 44% más, lo que sugiere que los humanos podrían hacer lo mismo sin necesidad de un entrenamiento previo. El descubrimiento de estos fármacos ha originado bastante controversia, por el temor de que se pueda hacer un mal uso de ellos en el mundo del deporte.
Por ello, el autor principal del estudio, el Profesor Ronald Evans, del Howard Hughes Medical Institute y el Salk Institute de California, ha desarrollado un test que permite detectar estos fármacos tanto en la sangre como en la orina de los deportistas.
Los dos fármacos, denominados AICAR y GW1516, parecen tener un efecto sobre un gen implicado en el desarrollo y la regulación de los músculos. Este "gen maestro" (PPAR-delta) tiene la capacidad de controlar la actividad de muchos otros genes, por lo que realizar en él algunos ajustes podría tener un vasto efecto en el modo de funcionamiento del cuerpo.
Una alteración genética de los ratones para potenciar la actividad del gen condujo al desarrollo de la musculatura que pasó a ser más propensa a quemar grasas que azúcares. También convirtió a los ratones en verdaderos “ratones maratonianos”, capaces de correr mucho más en la rueda.
El siguiente paso era conseguir el mismo efecto utilizando un fármaco, en lugar de una alteración genética. La primera versión, una píldora denominada GW1516, quemaba grasas, pero no produjo ningún cambio en el rendimiento durante el ejercicio hasta el equipo empezó a entrenar a los ratones con largas sesiones en la rueda. Al final de una de estas series, los ratones que habían tomado el fármaco lograron correr un 77% más que los que se habían entrenado sin tomar la pastilla.
El último fármaco, denominado AICAR, va un paso más allá encontrando un modo distinto de actuar sobre el mismo mecanismo celular de la musculatura. En esta ocasión, los ratones no necesitaron entrenar y, cuando llevaban tan solo cuatro semanas tomando el fármaco, corrieron un 44% más en la rueda sin haber realizado ningún ejercicio previo.
Según Evans, ambos fármacos podrían finalmente ayudar a combatir enfermedades que conllevan un deterioro muscular o bien mejorar los beneficios para la salud del ejercicio en personas con riesgo de padecer enfermedades como la diabetes.
Fuente: BBC Health
Etiquetas: medicina
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