Combustible de algas
Solazyme, una empresa de reciente creación establecida en South San Francisco, California, ha desarrollado un nuevo proceso con el que es posible convertir biomasas en combustibles utilizando diversas variedades de algas. Este nuevo método, que permite fabricar un combustible tan barato como el petróleo a partir de algas, podría dar lugar a biocombustibles más asequibles.
A finales del año pasado, Solazyme recibió una subvención de 2 millones de dólares del National Institute of Standards and Technology para el desarrollo de un sustituto de crudo basado en algas. La compañía, que enero anunció un acuerdo de desarrollo y pruebas con Chevron, ha demostrado recientemente el funcionamiento de su combustible de algas en un coche diesel.
El nuevo proceso combina diversas variedades de algas modificadas genéticamente con un enfoque de cultivo poco común que reduce el coste de la fabricación del combustible. En lugar de cultivar las algas en estanques o encerradas en tubos de plástico expuestos al sol (como intentan hacer otras compañías), Solazyme cultiva los organismos a oscuras, en el interior de de enormes contenedores de acero inoxidable. Los investigadores de la compañía alimentas las algas con azúcar, que los organismos convierten en distintos tipos de petróleo. El petróleo se puede extraer y, una vez procesado, puede dar lugar a toda una serie de combustibles, incluido gasóleo y carburante, así como otros productos.
La compañía utiliza distintas variedades de algas para producir diferentes tipos de aceites. Algunas algas dan lugar a triglicéridos, como los producidos por la soja y otros cultivos ricos en aceite; otras producen una mezcla de hidrocarburos similar al petróleo crudo ligero.
El método de Solazyme tiene una serie de ventajas frente a otros enfoques que utilizan microorganismos para convertir azúcares en combustible. La mayoría de estos enfoques utilizan microorganismos como la levadura para fermentar los azúcares, formando etanol. Los aceites obtenidos a partir de algas por Solazyme se pueden utilizar, por tanto, para una gama más amplia de productos, señaló Harrison Dillon, presidente y director de tecnología de la compañía.
Fuente: Technology Review
A finales del año pasado, Solazyme recibió una subvención de 2 millones de dólares del National Institute of Standards and Technology para el desarrollo de un sustituto de crudo basado en algas. La compañía, que enero anunció un acuerdo de desarrollo y pruebas con Chevron, ha demostrado recientemente el funcionamiento de su combustible de algas en un coche diesel.
El nuevo proceso combina diversas variedades de algas modificadas genéticamente con un enfoque de cultivo poco común que reduce el coste de la fabricación del combustible. En lugar de cultivar las algas en estanques o encerradas en tubos de plástico expuestos al sol (como intentan hacer otras compañías), Solazyme cultiva los organismos a oscuras, en el interior de de enormes contenedores de acero inoxidable. Los investigadores de la compañía alimentas las algas con azúcar, que los organismos convierten en distintos tipos de petróleo. El petróleo se puede extraer y, una vez procesado, puede dar lugar a toda una serie de combustibles, incluido gasóleo y carburante, así como otros productos.
La compañía utiliza distintas variedades de algas para producir diferentes tipos de aceites. Algunas algas dan lugar a triglicéridos, como los producidos por la soja y otros cultivos ricos en aceite; otras producen una mezcla de hidrocarburos similar al petróleo crudo ligero.
El método de Solazyme tiene una serie de ventajas frente a otros enfoques que utilizan microorganismos para convertir azúcares en combustible. La mayoría de estos enfoques utilizan microorganismos como la levadura para fermentar los azúcares, formando etanol. Los aceites obtenidos a partir de algas por Solazyme se pueden utilizar, por tanto, para una gama más amplia de productos, señaló Harrison Dillon, presidente y director de tecnología de la compañía.
Fuente: Technology Review
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