Robots que saben conducir
Un robot de Stanford pasa el test de conducir
Según un artículo publicado esta semana en CNETNews.com, Junior, el robot Volkswagen, ha pasado su test de conducir. Ahora viene la parte más difícil: una carrera en una simulación de las calles de una ciudad que subirá el listón de la inteligencia artificial en el siglo XXI.
Un equipo de funcionarios de la agencia DARPA (Defense Advanced Research Projects Agency) visitó un parking próximo a las oficinas de Google para probar el coche sin conductor de la Universidad de Stanford, conocido como Junior, en lo que ha sido la primera prueba clasificatoria para el próximo Urban Challenge, tercera competición del Grand Challenge para vehículos sin conductor de DARPA.
DARPA realizará una serie de “visitas a domicilio” este verano para evaluar a 53 posibles participantes para el Urban Challenge, comprobando si los robots son capaces de realizar maniobras básicas de conducción. A tan solo 15 millas por hora, Junior superó con éxito tres de las cuatro "misiones", incluido un cambio de sentido y un stop con cuatro direcciones y coches conducidos por humanos, pero falló en un adelantamiento.
El equipo de carreras de Stanford, liderado por Sebastian Thrun, ganó en su día el Gran Challege 2005 de DARPA, una carrera de robots de 132 millas por el desierto de Nevada. Su robot, Stanley, acabó la carrera en el menor tiempo (menos de 10 horas), estableciendo un nuevo estándar en inteligencia artificial.
En la actualidad es un equipo reconocido y ha recabado gran atención, reuniendo patrocinadores como Google, Red Bull e Intel.
El Urban Challenge de DARPA, planificado para el 3 de noviembre, será muy competitivo. En la carrera del 2005, los robots tenían que detectar básicamente objetos estáticos (como, por ejemplo, rocas) y, a continuación, maniobrar para rodearlos navegando por el terreno. Pero en el Urban Challenge –diseñado para imitar los retos de navegación en un entorno urbano—los robots deberán distinguir entre objetos inmóviles y objetos en movimiento y predecir sus comportamientos.
De momento, en la prueba solo se ha comprobado el entendimiento básico del tráfico y la navegación, pero la carrera en sí será mucho más dura. Según DARPA, los vehículos participantes deberán conducir por calles llenas de coches, entre los que habrá otros robots y vehículos conducidos por humanos. Siendo conscientes de la complejidad del reto y para fomentar el desarrollo de estas investigaciones, DARPA ha repartido un millón de dólares en subvenciones entre 11 equipos, como Stanford o Montemerlo.
El objetivo final de DARPA es el desarrollo de inteligencia artificial para su uso en vehículos de combate, mientras que el equipo de Stanford se he centrado especialmente en vehículos para el consumidor. El equipo de Thrun cree que con el desarrollo de unos controles eficaces para vehículos se podría reducir considerablemente el número de accidentes.
Fuente: CNET news
Según un artículo publicado esta semana en CNETNews.com, Junior, el robot Volkswagen, ha pasado su test de conducir. Ahora viene la parte más difícil: una carrera en una simulación de las calles de una ciudad que subirá el listón de la inteligencia artificial en el siglo XXI.
Un equipo de funcionarios de la agencia DARPA (Defense Advanced Research Projects Agency) visitó un parking próximo a las oficinas de Google para probar el coche sin conductor de la Universidad de Stanford, conocido como Junior, en lo que ha sido la primera prueba clasificatoria para el próximo Urban Challenge, tercera competición del Grand Challenge para vehículos sin conductor de DARPA.
DARPA realizará una serie de “visitas a domicilio” este verano para evaluar a 53 posibles participantes para el Urban Challenge, comprobando si los robots son capaces de realizar maniobras básicas de conducción. A tan solo 15 millas por hora, Junior superó con éxito tres de las cuatro "misiones", incluido un cambio de sentido y un stop con cuatro direcciones y coches conducidos por humanos, pero falló en un adelantamiento.
El equipo de carreras de Stanford, liderado por Sebastian Thrun, ganó en su día el Gran Challege 2005 de DARPA, una carrera de robots de 132 millas por el desierto de Nevada. Su robot, Stanley, acabó la carrera en el menor tiempo (menos de 10 horas), estableciendo un nuevo estándar en inteligencia artificial.
En la actualidad es un equipo reconocido y ha recabado gran atención, reuniendo patrocinadores como Google, Red Bull e Intel.
El Urban Challenge de DARPA, planificado para el 3 de noviembre, será muy competitivo. En la carrera del 2005, los robots tenían que detectar básicamente objetos estáticos (como, por ejemplo, rocas) y, a continuación, maniobrar para rodearlos navegando por el terreno. Pero en el Urban Challenge –diseñado para imitar los retos de navegación en un entorno urbano—los robots deberán distinguir entre objetos inmóviles y objetos en movimiento y predecir sus comportamientos.
De momento, en la prueba solo se ha comprobado el entendimiento básico del tráfico y la navegación, pero la carrera en sí será mucho más dura. Según DARPA, los vehículos participantes deberán conducir por calles llenas de coches, entre los que habrá otros robots y vehículos conducidos por humanos. Siendo conscientes de la complejidad del reto y para fomentar el desarrollo de estas investigaciones, DARPA ha repartido un millón de dólares en subvenciones entre 11 equipos, como Stanford o Montemerlo.
El objetivo final de DARPA es el desarrollo de inteligencia artificial para su uso en vehículos de combate, mientras que el equipo de Stanford se he centrado especialmente en vehículos para el consumidor. El equipo de Thrun cree que con el desarrollo de unos controles eficaces para vehículos se podría reducir considerablemente el número de accidentes.
Fuente: CNET news
Etiquetas: robots
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