Coche de hidrógeno
Nuevo coche de hidrógeno ecológico y de lujo
Según un artículo publicado el 13 de noviembre de 2006 en Technology Review, unos periodistas han sido los primeros en conducir el nuevo BMW Hydrogen 7 la semana pasada en Berlín. El coche cuenta con un motor dual, que pasa de la combustión de gasolina a la de hidrógeno con sólo apretar un botón. El motor desarrolla 260 caballos de potencia y, durante la combustión de hidrógeno emite, principalmente, vapor de agua a la atmósfera.
BMW ha desarrollado varios prototipos de coches de hidrógeno en los últimos años: algunos de combustión y otros eléctricos con pilas de hidrógeno, pero con estos últimos no han logrado la misma potencia de motor que con los de combustión.
Este último prototipo de combustión ha pasado por rigurosas fases de desarrollo de producto y, en teoría, ya se podría empezar a producir de forma masiva. Sin embargo, de momento, la empresa ha decidido fabricar solo 100 unidades, que alquilará a partir del próximo año a personalidades cuidadosamente elegidas dentro de una campaña de publicidad masiva a nivel internacional.
BMW lo llama “Eco-luxury”: un coche ecológico, pero con un elevado número de caballos y todos los complementos.
BMW ha avanzado más que nadie en la regulación de la combustión de hidrógeno. En este prototipo han modificado los pistones para evitar fugas, y los sistemas de control del motor para adaptarlo a la combustión del hidrógeno que es 100 veces más rápida que la de la gasolina. También han regulado las emisiones de subproductos, como los óxidos de nitrógeno, reduciéndolas a niveles traza.
Una de las principales complicaciones con las que se encontraron los ingenieros de BMW fue el tanque de almacenamiento del hidrógeno. BMW quería lograr un motor en el que, en un momento determinado, simplemente se sustituyera un combustible líquido por otro, sin ningún otro cambio. Sin embargo, el hidrógeno tiende a ser gas y para mantenerlo en estado líquido es necesario mantenerlo a -253 °C, algo nada sencillo.
Finalmente, construyeron un tanque de acero inoxidable de 129kg y pared doble. Entre ambas paredes de acero colocaron una zona de vacío y numerosas capas aislantes diseñadas para reflejar el calor. Por desgracia, al introducirlo en el tanque el hidrógeno líquido empieza a “hervir” en cuestión de horas. A medida que se vuelve gaseoso, aumenta la presión en el interior del tanque, para lo que se han incluido unas válvulas de escape por las que se liberan unos 10-12 gr. de hidrógeno gas cada hora. El gas pasa entonces a través de un conversor catalítico que lo transforma en agua antes de ser liberado a la atmósfera. Dado que estos procesos de escape están todavía en desarrollo, BMW insiste en que no se estacione el coche en garajes totalmente cerrados.
La empresa está trabajando en la próxima generación de tanques para los que pretenden utilizar materiales más ligeros, de ahí que observen de cerca las nuevas investigaciones en el campo de las ciencias de los materiales en busca de nuevas posibilidades, como la de almacenar el hidrógeno en nanomateriales.
Los periodistas repostaron hidrógeno líquido en una estación de gas a las afueras de Berlín, una de las pocas estaciones de demostración que hay en Europa, en la que el kilogramo de hidrógeno vale 8 euros.
Según Klaus Draeger, un director de investigación de BMW, el hidrógeno es hoy en día lo que la gasolina hace 100 años. “¿Quién podría imaginar entonces que llegaría a haber una red de gasolineras por todo el mundo? Tan sólo unos pocos visionarios”, señala.
El problema en este caso está en la obtención del hidrógeno. Una vez que se produzcan los avances necesarios en cuanto al almacenamiento del hidrógeno y a un abastecimiento renovable los coches basados en la tecnología Hydrogen 7 podrán llenar las calles. Pero, de momento, el prototipo parece un gran logro de ingeniería para un futuro que podría no llegar.
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El coche de carreras del futuro
Combustible de hidrógeno
Fuente: Technology Review
Según un artículo publicado el 13 de noviembre de 2006 en Technology Review, unos periodistas han sido los primeros en conducir el nuevo BMW Hydrogen 7 la semana pasada en Berlín. El coche cuenta con un motor dual, que pasa de la combustión de gasolina a la de hidrógeno con sólo apretar un botón. El motor desarrolla 260 caballos de potencia y, durante la combustión de hidrógeno emite, principalmente, vapor de agua a la atmósfera.
BMW ha desarrollado varios prototipos de coches de hidrógeno en los últimos años: algunos de combustión y otros eléctricos con pilas de hidrógeno, pero con estos últimos no han logrado la misma potencia de motor que con los de combustión.
Este último prototipo de combustión ha pasado por rigurosas fases de desarrollo de producto y, en teoría, ya se podría empezar a producir de forma masiva. Sin embargo, de momento, la empresa ha decidido fabricar solo 100 unidades, que alquilará a partir del próximo año a personalidades cuidadosamente elegidas dentro de una campaña de publicidad masiva a nivel internacional.
BMW lo llama “Eco-luxury”: un coche ecológico, pero con un elevado número de caballos y todos los complementos.
BMW ha avanzado más que nadie en la regulación de la combustión de hidrógeno. En este prototipo han modificado los pistones para evitar fugas, y los sistemas de control del motor para adaptarlo a la combustión del hidrógeno que es 100 veces más rápida que la de la gasolina. También han regulado las emisiones de subproductos, como los óxidos de nitrógeno, reduciéndolas a niveles traza.
Una de las principales complicaciones con las que se encontraron los ingenieros de BMW fue el tanque de almacenamiento del hidrógeno. BMW quería lograr un motor en el que, en un momento determinado, simplemente se sustituyera un combustible líquido por otro, sin ningún otro cambio. Sin embargo, el hidrógeno tiende a ser gas y para mantenerlo en estado líquido es necesario mantenerlo a -253 °C, algo nada sencillo.
Finalmente, construyeron un tanque de acero inoxidable de 129kg y pared doble. Entre ambas paredes de acero colocaron una zona de vacío y numerosas capas aislantes diseñadas para reflejar el calor. Por desgracia, al introducirlo en el tanque el hidrógeno líquido empieza a “hervir” en cuestión de horas. A medida que se vuelve gaseoso, aumenta la presión en el interior del tanque, para lo que se han incluido unas válvulas de escape por las que se liberan unos 10-12 gr. de hidrógeno gas cada hora. El gas pasa entonces a través de un conversor catalítico que lo transforma en agua antes de ser liberado a la atmósfera. Dado que estos procesos de escape están todavía en desarrollo, BMW insiste en que no se estacione el coche en garajes totalmente cerrados.
La empresa está trabajando en la próxima generación de tanques para los que pretenden utilizar materiales más ligeros, de ahí que observen de cerca las nuevas investigaciones en el campo de las ciencias de los materiales en busca de nuevas posibilidades, como la de almacenar el hidrógeno en nanomateriales.
Los periodistas repostaron hidrógeno líquido en una estación de gas a las afueras de Berlín, una de las pocas estaciones de demostración que hay en Europa, en la que el kilogramo de hidrógeno vale 8 euros.
Según Klaus Draeger, un director de investigación de BMW, el hidrógeno es hoy en día lo que la gasolina hace 100 años. “¿Quién podría imaginar entonces que llegaría a haber una red de gasolineras por todo el mundo? Tan sólo unos pocos visionarios”, señala.
El problema en este caso está en la obtención del hidrógeno. Una vez que se produzcan los avances necesarios en cuanto al almacenamiento del hidrógeno y a un abastecimiento renovable los coches basados en la tecnología Hydrogen 7 podrán llenar las calles. Pero, de momento, el prototipo parece un gran logro de ingeniería para un futuro que podría no llegar.
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Fuente: Technology Review
Etiquetas: coches, nuevas energias
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