Avances en la medicina: broncoscopios del futuro.
El cuarto mejor patente del año 2003, según MIT Technology Review, es un sistema para poder seguir visualmente la ubicación de los broncoscopios utilizados en biopsias pulmonares. Esto permite realizar biopsias mucho más seguras y menos invasivas que el sistema actual.
Cada año unas 3 millones de personas se someten a una biopsia pulmonar. Al ser posible, los médicos utilizan broncoscopios para realizarla, un aparato minúsculo que lleva una pequeña cámara y unas pequeñas herramientas quirúrgicas. Este sistema permite mínimo riesgo y trauma para el paciente. No obstante, muchas veces el tumor sobre la que hay que practicar la biopsia se encuentra en la parte más profunda del pulmón, en un laberinto de conductas respiratorias y resulta imposible llegar a el con el broncoscopio. La solución alternativa es una intervención quirúrgica a través de una incisión en el pecho, una intervención que aumenta el peligro de que se colapse un pulmón, se infecte o, incluso, se muera el paciente.
Pero uno de los últimos avances tecnológicos en el campo de la medicina, es un nuevo proceso que permite al broncoscopio entrar en las profundidades del pulmón. El sistema empieza con tecnología existente que crea imágenes del pulmón en 3-D a partir de ecografías tipo CT.
La novedad de este avance es que es posible obtener datos sobre la situación del broncoscopio dentro del pulmón, y luego contrastarlos con la imagen en 3-D. Un sensor en la punta del broncoscopio informa sobre su situación a una antena sobre una tabla que está colocada debajo del paciente.
Luego un programa traslada la situación exacta del broncoscopio a la imagen virtual en 3 dimensiones, permitiendo que el cirujano pueda ver exactamente donde se encuentra el broncoscopio y guiarlo por través de las vías respiratorias más pequeñas hasta el tumor y evitando la necesidad de recurrir a una intervención quirúrgica para realizar la biopsia. Según las primeras predicciones, este avance tecnológico una vez comercializado, evitará casi un millón de casos de cirugía pulmonar al año.
Cada año unas 3 millones de personas se someten a una biopsia pulmonar. Al ser posible, los médicos utilizan broncoscopios para realizarla, un aparato minúsculo que lleva una pequeña cámara y unas pequeñas herramientas quirúrgicas. Este sistema permite mínimo riesgo y trauma para el paciente. No obstante, muchas veces el tumor sobre la que hay que practicar la biopsia se encuentra en la parte más profunda del pulmón, en un laberinto de conductas respiratorias y resulta imposible llegar a el con el broncoscopio. La solución alternativa es una intervención quirúrgica a través de una incisión en el pecho, una intervención que aumenta el peligro de que se colapse un pulmón, se infecte o, incluso, se muera el paciente.
Pero uno de los últimos avances tecnológicos en el campo de la medicina, es un nuevo proceso que permite al broncoscopio entrar en las profundidades del pulmón. El sistema empieza con tecnología existente que crea imágenes del pulmón en 3-D a partir de ecografías tipo CT.
La novedad de este avance es que es posible obtener datos sobre la situación del broncoscopio dentro del pulmón, y luego contrastarlos con la imagen en 3-D. Un sensor en la punta del broncoscopio informa sobre su situación a una antena sobre una tabla que está colocada debajo del paciente.
Luego un programa traslada la situación exacta del broncoscopio a la imagen virtual en 3 dimensiones, permitiendo que el cirujano pueda ver exactamente donde se encuentra el broncoscopio y guiarlo por través de las vías respiratorias más pequeñas hasta el tumor y evitando la necesidad de recurrir a una intervención quirúrgica para realizar la biopsia. Según las primeras predicciones, este avance tecnológico una vez comercializado, evitará casi un millón de casos de cirugía pulmonar al año.
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