Alimentación y Asma
La mayoría de las personas con asma no tienen que seguir una dieta especial.
Sin embargo, en algunos casos, ciertos alimentos entre los que se incluyen la leche de vaca, los huevos, el pescado, el marisco, los productos con levadura, los frutos secos y algunos colorantes y conservantes alimentarios, pueden empeorar los síntomas, por lo que es aconsejable ir experimentando, llevar una agenda alimenticia y cuando nota que un ataque de asma o de fatiga coincide con le ingestión de un alimento concreto, retirar este alimento de la dieta y acudir al medico para solicitar la realización de unas pruebas que puedan confirmar (o rechazar) una posible intolerancia o alergia.
También se recomienda a las personas con asma evitar los productos con jalea real, ya que pueden disparar los síntomas. Si creemos que podemos padecer una alergia alimentaria, lo mejor es acudir al médico para obtener consejo.
Perder peso puede ayudar a controlar el asma y, combinado con un estilo de vida más activo, también puede ayudar a mejorar la función pulmonar.
Debemos basar nuestro plan alimentario saludable en una amplia variedad de alimentos, como fruta y vegetales frescos y granos y cereales. Se recomienda tomar cinco piezas de fruta o raciones de vegetales al día y beber mucha agua.
Alimentos que pueden protegernos del asma
También se ha observado que algunos alimentos nos pueden ayudar a protegernos del asma y mejorar la función pulmonar.
Una investigación realizada en Holanda ha mostrado que las personas que comían más fruta y vegetales tenían los pulmones más sanos. Se cree que las vitaminas C y E también ayudan a reducir la gravedad de la respuesta inflamatoria en los pulmones de las personas con asma. Una dieta con un elevado nivel de nutrientes también puede reforzar el sistema inmunológico y ayudarnos a protegernos de los resfriados y la gripe; ambos habituales disparadores del asma.
Fuente: Asthma Org
Sin embargo, en algunos casos, ciertos alimentos entre los que se incluyen la leche de vaca, los huevos, el pescado, el marisco, los productos con levadura, los frutos secos y algunos colorantes y conservantes alimentarios, pueden empeorar los síntomas, por lo que es aconsejable ir experimentando, llevar una agenda alimenticia y cuando nota que un ataque de asma o de fatiga coincide con le ingestión de un alimento concreto, retirar este alimento de la dieta y acudir al medico para solicitar la realización de unas pruebas que puedan confirmar (o rechazar) una posible intolerancia o alergia.
También se recomienda a las personas con asma evitar los productos con jalea real, ya que pueden disparar los síntomas. Si creemos que podemos padecer una alergia alimentaria, lo mejor es acudir al médico para obtener consejo.
Perder peso puede ayudar a controlar el asma y, combinado con un estilo de vida más activo, también puede ayudar a mejorar la función pulmonar.
Debemos basar nuestro plan alimentario saludable en una amplia variedad de alimentos, como fruta y vegetales frescos y granos y cereales. Se recomienda tomar cinco piezas de fruta o raciones de vegetales al día y beber mucha agua.
Alimentos que pueden protegernos del asma
También se ha observado que algunos alimentos nos pueden ayudar a protegernos del asma y mejorar la función pulmonar.
Una investigación realizada en Holanda ha mostrado que las personas que comían más fruta y vegetales tenían los pulmones más sanos. Se cree que las vitaminas C y E también ayudan a reducir la gravedad de la respuesta inflamatoria en los pulmones de las personas con asma. Una dieta con un elevado nivel de nutrientes también puede reforzar el sistema inmunológico y ayudarnos a protegernos de los resfriados y la gripe; ambos habituales disparadores del asma.
Fuente: Asthma Org
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