Remedio natural contra el asma: Omega-3
La incidencia del asma ha aumentado en los últimos años. Entre las causas hay factores tanto genéticos como medioambientales. Algunas pruebas señalan que el aumento podría estar relacionado con un cambio en la ingesta de ácidos grasos. Las dietas occidentales tienen unos niveles más bajos de antioxidantes (fruta y vegetales), unos niveles más bajos de ácidos grasos omega-3 (pescado azul) y unos niveles más levados de ácidos grasos omega-6 (margarina, aceites vegetales; etc.). Estos desequilibrios alimentarios tienen unas consecuencias inflamatorias en el cuerpo que podrían estar relacionadas con el aumento del asma.
El asma está relacionada con la inflamación crónica que causa una hinchazón de las vías respiratorias, dando lugar a episodios de síntomas como dificultad para respirar, presión en el pecho y tos, entre otros. Cuando una persona padece asma durante muchos años, las células que envuelven las vías respiratorias “cambian” y se vuelven más sensibles aún.
La cantidad de inflamación está directamente relacionada con la dieta. Una ingesta más elevada de ácidos grasos omega-6 causa procesos de señalización celular que dan lugar a inflamación. Los ácidos grasos omega-3 cambian los procesos del cuerpo evitando la inflamación, pudiendo, así, ayudar a modular un componente del mecanismo asmático.
Los médicos naturópatas trabajan con los pacientes para tratar las causas individuales del asma. En muchas circunstancias, tanto las recomendaciones alimentarias como los suplementos de aceites con omega-3 pueden ayudar a modular la inflamación. Una de las fuentes de ácidos grasos omega-3 más disponibles en la naturaleza es el aceite de pescado. Sin embargo, cuando se tomen suplementos de aceite de pescado es importante tener en cuenta la calidad del producto, la dosis adecuada y la cantidad de tiempo que hay que tomarlos. Además, es importante recordar que el asma puede ser muy grave y llegar a suponer un peligro para la vida, por lo que es importante colaborar con el médico para realizar un seguimiento y ajustar el mantenimiento del asma.
Fuente: Seattlepi Health
El asma está relacionada con la inflamación crónica que causa una hinchazón de las vías respiratorias, dando lugar a episodios de síntomas como dificultad para respirar, presión en el pecho y tos, entre otros. Cuando una persona padece asma durante muchos años, las células que envuelven las vías respiratorias “cambian” y se vuelven más sensibles aún.
La cantidad de inflamación está directamente relacionada con la dieta. Una ingesta más elevada de ácidos grasos omega-6 causa procesos de señalización celular que dan lugar a inflamación. Los ácidos grasos omega-3 cambian los procesos del cuerpo evitando la inflamación, pudiendo, así, ayudar a modular un componente del mecanismo asmático.
Los médicos naturópatas trabajan con los pacientes para tratar las causas individuales del asma. En muchas circunstancias, tanto las recomendaciones alimentarias como los suplementos de aceites con omega-3 pueden ayudar a modular la inflamación. Una de las fuentes de ácidos grasos omega-3 más disponibles en la naturaleza es el aceite de pescado. Sin embargo, cuando se tomen suplementos de aceite de pescado es importante tener en cuenta la calidad del producto, la dosis adecuada y la cantidad de tiempo que hay que tomarlos. Además, es importante recordar que el asma puede ser muy grave y llegar a suponer un peligro para la vida, por lo que es importante colaborar con el médico para realizar un seguimiento y ajustar el mantenimiento del asma.
Fuente: Seattlepi Health
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