Relación entre la obesidad y la demencia
Según un artículo publicado esta semana en la Web de la John Hopkins Bloomberg School of Public Health, una nueva investigación indica que la obesidad puede incrementar el riesgo de demencia en los adultos. Los investigadores, dirigidos por May A. Beydoun, analizaron los estudios de seguimiento prospectivos de la demencia y la obesidad publicados a los largo de los últimos 20 años, observando la existencia de una relación entre ambas enfermedades. Los resultados han sido publicados por la International Association for the Study of Obesity en el ejemplar de mayo de 2008 de la revista Obesity Reviews.
“Nuestro análisis de los datos muestra una clara asociación entre la obesidad y un elevado riesgo de demencia y varios subtipos clínicos de la enfermedad”, señaló Youfa Wang, uno de los autores del estudio y profesor asociado del Centro de Nutrición Humana de la Bloomberg School. “Los sujetos con una circunferencia de talle y un índice de masa corporal (IMC) saludables mostraban un riesgo menor de demencia que sus homólogos con una circunferencia de talle o un IMC elevados”. Wang añadió también que “prevenir o tratar la obesidad a una edad más temprana podría ser fundamental para reducir hasta un 20% en los EEUU el número de pacientes con demencia y con otras enfermedades comúnmente asociadas a ella, como el Alzheimer”.
May A. Beydoun, junto con Wang y H.A. Beydoun, atribuye estos resultados a una revisión sistemática de 10 estudios publicados anteriormente, que examinaban la relación entre la demencia o sus subtipos y varias medidas de grasa corporal. Según un análisis conjunto de sus resultados a partir de 7 de los estudios, la obesidad de referencia en comparación con un peso normal incrementó en una media de un 80% el riesgo de Alzheimer. El equipo, además, concluyó que estar por debajo del peso normal también incrementa el riesgo de demencia y sus subtipos. Los estudios citados en el meta-análisis se realizaron en diversos países, incluidos EEUU, Finlandia, Suecia y Francia; y en ellos participaron adultos de mediana edad en adelante.
“Actualmente, el Alzheimer es la octava causa principal de fallecimiento entre la población anciana de los EEUU. Aunque todavía es necesario realizar más estudios para determinar el peso óptimo y los mecanismos biológicos asociados con la obesidad y la demencia, estos resultados podrían potencialmente disminuir el número de personas con un diagnóstico de demencia y conducir, en general, a una mejor calidad de vida”, señaló May A. Beydoun, antiguo becario de investigación posdoctoral en la Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health.
Fuente: John Hopkins University
“Nuestro análisis de los datos muestra una clara asociación entre la obesidad y un elevado riesgo de demencia y varios subtipos clínicos de la enfermedad”, señaló Youfa Wang, uno de los autores del estudio y profesor asociado del Centro de Nutrición Humana de la Bloomberg School. “Los sujetos con una circunferencia de talle y un índice de masa corporal (IMC) saludables mostraban un riesgo menor de demencia que sus homólogos con una circunferencia de talle o un IMC elevados”. Wang añadió también que “prevenir o tratar la obesidad a una edad más temprana podría ser fundamental para reducir hasta un 20% en los EEUU el número de pacientes con demencia y con otras enfermedades comúnmente asociadas a ella, como el Alzheimer”.
May A. Beydoun, junto con Wang y H.A. Beydoun, atribuye estos resultados a una revisión sistemática de 10 estudios publicados anteriormente, que examinaban la relación entre la demencia o sus subtipos y varias medidas de grasa corporal. Según un análisis conjunto de sus resultados a partir de 7 de los estudios, la obesidad de referencia en comparación con un peso normal incrementó en una media de un 80% el riesgo de Alzheimer. El equipo, además, concluyó que estar por debajo del peso normal también incrementa el riesgo de demencia y sus subtipos. Los estudios citados en el meta-análisis se realizaron en diversos países, incluidos EEUU, Finlandia, Suecia y Francia; y en ellos participaron adultos de mediana edad en adelante.
“Actualmente, el Alzheimer es la octava causa principal de fallecimiento entre la población anciana de los EEUU. Aunque todavía es necesario realizar más estudios para determinar el peso óptimo y los mecanismos biológicos asociados con la obesidad y la demencia, estos resultados podrían potencialmente disminuir el número de personas con un diagnóstico de demencia y conducir, en general, a una mejor calidad de vida”, señaló May A. Beydoun, antiguo becario de investigación posdoctoral en la Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health.
Fuente: John Hopkins University
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