El curry podría contener agentes anticancerígenos
Se pretende demostrar que la curcumina tiene poderes anti-cancerígenos
Según un artículo publicado en septiembre en la Web del M.D. Anderson Cancer Center de la Universidad de Texas, la curcumina, principal ingrediente la cúrcuma especia incluida en la mezcla de especias con la que se hace el curry, podría actuar como posible agente anticancerígeno en humanos.
Razelle Kurzrock, es quien evalúa los datos de laboratorio de cualquier agente farmacéutico nuevo antes de incorporarlo a los ensayos clínicos del M. D. Anderson Cancer Center. “El Dr. Bharat Aggarwal, jefe del laboratorio de investigación de citoquinas en el Departamento de Terapéutica Experimental, me dijo: ‘Quiero que veas unos resultados fantásticos que hemos obtenido en el laboratorio con un nuevo agente’”, señala la Dra. Kurzrock. “Pero no quiso decirme cuál era el agente; quería que primero viera los resultados”.
La Dra. Kurzrock, quedó impresionada. “Era evidente que este agente era tan potente eliminando células tumorales en el laboratorio como cualquier fármaco experimental que yo había visto en las empresas farmacéuticas”, señala. Cuando el Dr. Aggarwal le dijo que el agente activo era la curcumina, Kurzrock empezó a diseñar un estudio clínico para comprobar la eficacia de la curcumina en humanos.
Las propiedades antiinflamatorias de la curcumina han sido valoradas en la medicina oriental durante siglos, pero su mecanismo de acción no fue identificado hasta que en 1995, el Dr. Aggarwal y sus colegas demostraron que la curcumina desactiva el factor nuclear kappa B (NF-kB), implicado en la regulación de la inflamación y otros procesos.
Al bloquear la actividad de este “interruptor maestro”, la curcumina parece interferir con el proceso del cáncer en su inicio, impidiendo múltiples vías de desarrollo: reduce la respuesta inflamatoria, inhibe la proliferación de las células tumorales, induce su autodestrucción y frena el crecimiento de los vasos saguíneos que alimentan los tumores. Estos efectos pueden reducir el tamaño de los tumores e inhibir la metástasis. Es más, la desactivación del NF-kB permite que los fármacos de la quimioterapia tradicional destruyan con más eficacia las células cancerosas.
Cientos de estudios de laboratorio realizados por el Dr. Aggarwal y la Dra. Kurzrock, entre otros, han demostrado que la curcumina es biológicamente activa frente a muchos tipos de células cancerosas: melanoma, cáncer de mama, de vesícula biliar, cerebral, pancreático y de ovario, por nombrar algunos. “En el laboratorio todavía no hemos encontrado un tipo de cáncer frente al que no muestre actividad”, señala el Dr. Aggarwal.
Aunque todavía queda un largo camino por recorrer desde el laboratorio a los ensayos clínicos, el Dr. Aggarwal ve en la curcumina un posible prometedor agente preventivo e incluso un tratamiento para el cáncer. Como agente medicinal, su potencial va más allá del cáncer. Estudios de laboratorio han demostrado que la curcumina podría ser prometedora en toda una serie de enfermedades distintas que también presentan inflamación, como la artritis, la enfermedad inflamatoria intestinal, el Alzheimer, la diabetes, enfermedades cardiovasculares, enfermedades autoinmunes, etc. A raíz de estos descubrimientos, el número de estudios clínicos con curcumina se ha incrementado considerablemente en los últimos años y continúa aumentando.
La investigación clínica de la curcumina es todavía nueva pero muy prometedora. Los primeros estudios del M. D. Anderson han demostrado que la curcumina es tolerable e inocua a elevadas dosis orales.
En un ensayo sobre la curcumina realizado recientemente por la Dra. Kurzrock y sus colegas con 49 pacientes con cáncer pancreático avanzado, que suele ser considerablemnete resistente al tratamiento, dos de los pacientes tuvieron una respuesta significativa, permaneciendo estables durante 8 y más de 22 meses, respectivamente. Otro experimentó una respuesta breve, pero asombrosa: una reducción de un 73% en el tamaño del tumor.
Según la Dra. Kurzrock: “Esto indica que la curcumina sí tiene una actividad biológica en el cáncer pancreático [...]. Todavía es demasiado pronto para saber si influirá en la tasa de supervivencia, pero definitivamente está garantizada más investigación al respecto”.
Según un artículo publicado en septiembre en la Web del M.D. Anderson Cancer Center de la Universidad de Texas, la curcumina, principal ingrediente la cúrcuma especia incluida en la mezcla de especias con la que se hace el curry, podría actuar como posible agente anticancerígeno en humanos.
Razelle Kurzrock, es quien evalúa los datos de laboratorio de cualquier agente farmacéutico nuevo antes de incorporarlo a los ensayos clínicos del M. D. Anderson Cancer Center. “El Dr. Bharat Aggarwal, jefe del laboratorio de investigación de citoquinas en el Departamento de Terapéutica Experimental, me dijo: ‘Quiero que veas unos resultados fantásticos que hemos obtenido en el laboratorio con un nuevo agente’”, señala la Dra. Kurzrock. “Pero no quiso decirme cuál era el agente; quería que primero viera los resultados”.
La Dra. Kurzrock, quedó impresionada. “Era evidente que este agente era tan potente eliminando células tumorales en el laboratorio como cualquier fármaco experimental que yo había visto en las empresas farmacéuticas”, señala. Cuando el Dr. Aggarwal le dijo que el agente activo era la curcumina, Kurzrock empezó a diseñar un estudio clínico para comprobar la eficacia de la curcumina en humanos.
Las propiedades antiinflamatorias de la curcumina han sido valoradas en la medicina oriental durante siglos, pero su mecanismo de acción no fue identificado hasta que en 1995, el Dr. Aggarwal y sus colegas demostraron que la curcumina desactiva el factor nuclear kappa B (NF-kB), implicado en la regulación de la inflamación y otros procesos.
Al bloquear la actividad de este “interruptor maestro”, la curcumina parece interferir con el proceso del cáncer en su inicio, impidiendo múltiples vías de desarrollo: reduce la respuesta inflamatoria, inhibe la proliferación de las células tumorales, induce su autodestrucción y frena el crecimiento de los vasos saguíneos que alimentan los tumores. Estos efectos pueden reducir el tamaño de los tumores e inhibir la metástasis. Es más, la desactivación del NF-kB permite que los fármacos de la quimioterapia tradicional destruyan con más eficacia las células cancerosas.
Cientos de estudios de laboratorio realizados por el Dr. Aggarwal y la Dra. Kurzrock, entre otros, han demostrado que la curcumina es biológicamente activa frente a muchos tipos de células cancerosas: melanoma, cáncer de mama, de vesícula biliar, cerebral, pancreático y de ovario, por nombrar algunos. “En el laboratorio todavía no hemos encontrado un tipo de cáncer frente al que no muestre actividad”, señala el Dr. Aggarwal.
Aunque todavía queda un largo camino por recorrer desde el laboratorio a los ensayos clínicos, el Dr. Aggarwal ve en la curcumina un posible prometedor agente preventivo e incluso un tratamiento para el cáncer. Como agente medicinal, su potencial va más allá del cáncer. Estudios de laboratorio han demostrado que la curcumina podría ser prometedora en toda una serie de enfermedades distintas que también presentan inflamación, como la artritis, la enfermedad inflamatoria intestinal, el Alzheimer, la diabetes, enfermedades cardiovasculares, enfermedades autoinmunes, etc. A raíz de estos descubrimientos, el número de estudios clínicos con curcumina se ha incrementado considerablemente en los últimos años y continúa aumentando.
La investigación clínica de la curcumina es todavía nueva pero muy prometedora. Los primeros estudios del M. D. Anderson han demostrado que la curcumina es tolerable e inocua a elevadas dosis orales.
En un ensayo sobre la curcumina realizado recientemente por la Dra. Kurzrock y sus colegas con 49 pacientes con cáncer pancreático avanzado, que suele ser considerablemnete resistente al tratamiento, dos de los pacientes tuvieron una respuesta significativa, permaneciendo estables durante 8 y más de 22 meses, respectivamente. Otro experimentó una respuesta breve, pero asombrosa: una reducción de un 73% en el tamaño del tumor.
Según la Dra. Kurzrock: “Esto indica que la curcumina sí tiene una actividad biológica en el cáncer pancreático [...]. Todavía es demasiado pronto para saber si influirá en la tasa de supervivencia, pero definitivamente está garantizada más investigación al respecto”.
Etiquetas: alimentacion-cancer